Yulin, una ciudad de 600 mil habitantes en el suroeste de China, celebró hasta hoy una nueva versión del Festival del Lichi y la Carne de Perro, un tradicional evento culinario cuyo principal atractivo son los platos con carne canina como menú.
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En el pueblo se consumieron al menos 10 mil perros. Visto a los ojos de Occidente, el evento genera repulsión y condena. Para los lugareños, se trata de una deliciosa actividad que lleva décadas de tradición y conmemora el solsticio de verano al lado de una presa de perro, para ellos suculenta.
Desde luego su realización estuvo acompañada por protestas de numerosos activistas.
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Mientras algunos decidieron manifestarse con pancartas o enviando mensajes contra el sacrificio y consumo de estos animales a los propietarios de los locales que los cocinan, como recoge hoy la agencia oficial Xinhua, los más decididos han llegado a pagar pequeñas fortunas para comprar y salvar la vida a cientos de perros.
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Una de las activistas, Yang Xiaoyun de 65 años, viajó 2 mil kilómetros de distancia y pagó 1.200 dólares para salvar a un centenar de animales de su sacrificio.
Pero su protesta no detuvo la celebración gastronómica. En muchas partes del sur y el sureste de China, la población local no ve ninguna diferencia ética entre consumir carne de cerdo o de perro, y defiende que deberían ser libres de disfrutar tranquilamente de esa costumbre.
Algunos incluso recuerdan cómo en Occidente se producen centenares de festejos con sacrificios masivos de ganado, aves y cerdos.
Tradición VS activismo
Los críticos, sin embargo, creen que es una actividad cruel, y señalan además los posibles riesgos de comer perro, al ser un animal que no se cría normalmente para su consumo, por lo que se teme que muchos de los canes que se vendan y se cocinen en Yulin puedan ser perros robados, sin ningún tipo de control sanitario.
El subdirector de la Administración de Alimentos y Medicinas de Yulin, Chen Taotao, tuvo que aclarar públicamente que su Gobierno nunca ha apoyado el festival, que calificó como "sólo una reunión de vecinos de la zona por el solsticio de verano".
En realidad el evento empezó a convertirse en tradición en 1995, cuando los vendedores de una famosa calle de restaurantes de la ciudad colocaron carteles que decían: "Bienvenidos al festival de comida de perro", según explicó Wei Wanli, un empleado de la oficina veterinaria de Yulin.
La costumbre tomó más fuerza desde 2009, cuando un plato con carne de perro ganó un festival gastronómico de la ciudad.
Aunque también se come este animal legalmente en otras provincias chinas, como Jiangxi, Yunnan y Hubei, en 2011 la región oriental de Zhejiang prohibió el Festival de Carne de Perro de Jinhua Hutou, en la misma prefectura donde está Yulin, el punto de salida de la ruta ferroviaria mercante más larga del mundo, de China a Europa Occidental.
En China se comieron 10 mil perros para celebrar el solsticio de verano
Lun, 22/06/2015 - 11:09
Yulin, una ciudad de 600 mil habitantes en el suroeste de China, celebró hasta hoy una nueva versión del Festival del Lichi y la Carne de Perro, un tradicional evento culinario cuyo principal atract