Como todos los años y en lo posible, durante el primer trimestre del año me realizo los exámenes médicos pertinentes que me ordena mi Médico Internista. Una de las mayores responsabilidades que tenemos como seres humanos, es hacernos cargo de nosotros mismos y por eso, mi premisa es “que comience por mí”, pues si quiero ayudar a otras personas no puedo ser incongruente y entregar parte de mi energía sin estar en equilibrio físico, emocional y mental. Poner nuestra salud en manos de reconocidos profesionales es una buena decisión, sobre todo si se trata del tesoro más grande que el ser humano pueda poseer: su bienestar integral. No comparto el hecho de que algunas personas inviertan grandes sumas de dinero en automóviles, artículos de lujo, ropa de marca, restaurantes costosos, entre otras “necesidades”, descuidando su energía psicobiológica la cual requerirá de forma urgente cuando confronte el proceso natural de su vejez.
La metáfora del gasto de energía es la de un tubo de pasta dental, que al abrirlo se irá gastando hasta el punto de quedar vacío. Por eso es aconsejable tener consciencia plena de “en qué” y “para qué” utilizamos nuestra reservas energéticas. Las actuales investigaciones en el Neuromarketing, han puesto en evidencia que cada producto que consumimos y cada compra que realizamos es desde la emoción, y por esta razón, los especialistas en mercadeo y publicidad utilizan técnicas subconscientes para que compremos y gastemos nuestro dinero, el cual fue adquirido a través de la energía empleada en el trabajo. Es decir, esta especie de “trampa”, nos induce a una prematura vejez y a la aparición de vacíos existenciales y enfermedades psicosomáticas.
Retomando el tema de elegir la idoneidad profesional, desde hace muchos años consulto al Doctor José Nelson Rivera Morales, Médico Internista y Especialista en el tratamiento del dolor, quien además es un muy querido amigo con quien hemos tenido varias conversaciones profundas, entorno a la naturaleza del ser humano. El Dr. Rivera es un verdadero artista que inspirado en su profesión está consagrado en rehabilitar a sus consultantes. Desde su intuición y conocimiento científico, logra un maravilloso diagnóstico debido a que permanentemente se actualiza en los últimos tratamientos, de ahí que sus intervenciones son casi siempre exitosas.
[caption id="attachment_1041755" align="alignnone" width="1024"]
Cortesía Armando Martí Armando Martí junto al Médico Internista y Especialista en el tratamiento del dolor Dr. José Nelson Rivera Morales.[/caption]
[single-related post_id="1036965"]
Para él, la mayoría de las enfermedades son causadas por factores emocionales entre los que tristemente se destacan el exceso de estrés, la sobre estimulación en la información y tecnología, las exageradas expectativas sociales y la ambición obsesiva por adquirir bienes materiales. Como diría Andrés Schuschny Físico y PhD en Economía: “La economía emocional trata con los aspectos oscuros del ser humano: la codicia, la avidez por los apetitos materiales superfluos manifestados en el consumismo exacerbado y la voracidad competitiva”. Estos elementos están correlacionados con una de las reacciones emocionales que más afectan la salud de las personas: La ansiedad.
https://www.youtube.com/watch?v=tmbxck4HIrY&feature=youtu.be
Todos nosotros hemos sentido ansiedad. Son episodios de intensidad leve, mediana y limitada duración, que aparecen ante los estímulos cotidianos del medio ambiente; al igual que una reacción emocional frente a las amenazas que muchas veces resultan siendo imaginarias, provocando bloqueos e interferencias en el desarrollo normal de la vida diaria. El cerebro emite una especie de alerta para defenderse o huir ante una amenaza latente alterando el ritmo cardiaco, el sistema digestivo y las glándulas suprarrenales, ordenándoles que liberen grandes cantidades de adrenalina, noradrenalina y cortisol, las cuales producen temblores en el cuerpo y sudoración en las extremidades. Sin embargo, cuando una persona se mantiene ansiosa de manera constante sin razón aparente para ello, entonces la ansiedad escala a un nivel patológico conocido como Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).
Quienes padecen este trastorno, constantemente se sienten inquietas y con mucha tensión emocional, incluso cuando no hay motivos aparentes que la provoquen. El pesimismo se apodera de estas víctimas, que esperan desastres de todo tipo y exageradamente viven preocupadas por asuntos de salud, dinero, conflictos familiares o dificultades laborales. Algunas veces, el simple hecho de pensar acerca de cómo pasar el día les produce ansiedad. El TAG se diagnostica cuando el sujeto ha permanecido preocupado a lo largo de un período extenso frente a varios problemas de la vida cotidiana durante los últimos seis meses.
Síntomas de la ansiedad
[caption id="attachment_1041775" align="alignnone" width="1024"]
Cortesía Armando Martí[/caption]
A las personas con TAG se les dificulta liberarse de sus pensamientos y emociones negativas, a pesar de ser conscientes de que su intensa ansiedad no es necesaria frente a la situación. No se relajan fácilmente, sienten temor de forma frecuente y les cuesta trabajo concentrarse, debido a los trastornos en el sueño. En cuanto a los síntomas físicos incluyen: fatiga, dolores de cabeza y musculares, tensiones, dificultad para comer, temblores, tics nerviosos, irritabilidad, mareos, necesidad de ir al baño con frecuencia, sensación de fatiga constante, falta de aire y repentinos acaloramientos; además sequedad bucal, mareos, inestabilidad, alergias y debilitamiento del sistema inmune. A nivel cardiovascular se presentan: palpitaciones, taquicardias, dolor en el pecho, ahogo y dificultad en la respiración. En cuanto al área digestiva: náuseas, dispepsia, diarrea y estreñimiento.
Síntomas psicológicos de la ansiedad
[caption id="attachment_1041821" align="alignnone" width="1024"]
Cortesía Armando Martí[/caption]
Sensación de desconfianza hacia las personas que lo rodean, miedo a enamorarse, a la intimidad y a la posibilidad de sentirse abandonado por su pareja, inquietud, zozobra, agobio, angustia de perder el control y la cordura, también hay sensación de muerte inminente. A nivel cognitivo se evidencia una dificultad para concentrarse junto con una sensación de pérdida de memoria, acompañada de pensamientos que generan irritabilidad y desasosiego causando posibles comportamientos obsesivos compulsivos. Para tratar de reducir dichas tensiones, encuentran un alivio temporal en comer, fumar o beber en exceso pero a largo plazo la situación se puede agravar. De hecho, el abuso de sustancias como el café, el alcohol y el cigarrillo aumentan y escalan la ansiedad a niveles incontrolables.
Otras personas, optan por ser evasivas ante las situaciones que les pueden causar ansiedad. De igual manera, esta estrategia no les funciona a largo plazo, ya que, pueden volverse apáticos a nivel social convirtiéndose en un hábito cada vez más nocivo. La persona se debilita perdiendo la confianza en sí misma, de ese modo, el problema no podrá disminuirse, sino por el contrario va aumentando hasta generar otras dificultades.
¿Por qué se genera la ansiedad?
[caption id="attachment_1041822" align="alignnone" width="1024"]
Cortesía Armando Martí[/caption]
Existen muchas causas y pueden variar entre los individuos. Por ejemplo, hay personas que sienten ansiedad porque suelen reaccionar exageradamente ante los conflictos, mientras que otras se tornan ansiosas como resultado de una experiencia traumática. En otros casos, la aparición de un problema relevante o la acumulación de pequeños problemas no resueltos generan la ansiedad. Las formas de desarrollar un trastorno de ansiedad son muy variadas, por lo tanto, es importante encontrar el origen de la ansiedad con el fin de confrontar este problema y desde una actitud de valentía y cambio poder entenderla para superarla. Lo anterior se puede lograr, con el apoyo profesional de un psiquiatra, psicólogo, consejero espiritual o un Coach emocional.
El control de la ansiedad
[caption id="attachment_1041823" align="alignnone" width="1024"]
Cortesía Armando Martí[/caption]
En algunas de mis intervenciones como Coach de emociones, utilizo la desensibilización y la resignificación de los recuerdos de infancia, así como también, la inducción a la catarsis, la relajación, la consciencia plena o mindfullness, la hipnosis y la meditación tibetana, entre otras. Es muy importante en un lugar seguro, cómodo y confidencial que se le de a los asesorados, una oportunidad para expresar sus angustias más profundas. Muchos “engramas” son producto del estrés postraumático vivido por situaciones de peligro, separación de pareja, pérdidas afectivas, muerte de un ser querido, quiebras económicas, la aparición de enfermedades graves, entre otras causas.
[single-related post_id="1040321"]
Como consecuencia de este proceso de sanación, para volver a un estado de equilibrio se debe “vivir” las sensaciones olvidadas y ocultas en el cuerpo, pues la ansiedad es una clara señal en algunos casos, de que existe un desequilibrio causado por la negación de un trauma sexual, emocional o alguna herida de infancia como: desconfianza, miedo al abandono y al rechazo, a la humillación y a la injusticia, bloqueos que insisto deben ser expresados, pues a pesar de que los psicofármacos coadyuvan durante el tratamiento, no pueden traer a la consciencia el problema real de fondo.
https://www.youtube.com/watch?v=_iPJw315XfY&feature=youtu.be
La ansiedad es fruto de nuestra inseguridad e insatisfacción emocional, personal e incluso sexual. Desde la infancia se manifiesta a través de hábitos tales como: arrancarse el pelo, morderse la uñas, cambios de humor, ataques de ira e histeria. Algunas de estos síntomas y signos se activan ante una nueva relación amorosa, un cambio de ambiente, durante entrevistas de trabajo, al hablar en público o dictar talleres y conferencias en grupo, hasta comportamientos más extremos como la compra exagerada, el alcoholismo, la bulimia, la adicción al sexo y al juego, entre otras. Pero definitivamente al entender la ansiedad, su fondo sería el de un vació existencial y una insatisfacción personal, causada por una falta de conexión espiritual como consecuencia de un sistema social abrumador, frustrante, antinatural, represor e inclemente que nos induce a “ser” según lo que se tiene económicamente, a consumir una alimentación deficiente y a anestesiar nuestro dolor interior con sustancias psicoactivas, adicción al romanticismo y affaires sexuales.
Transformado la ansiedad
[caption id="attachment_1041825" align="alignnone" width="1024"]
Cortesía Armando Martí[/caption]
A continuación, un ejercicio práctico y profundo de mi más reciente libro “Viajero Interior: Un Camino Simple hacia la Serenidad Personal”, para ayudar durante episodios de ansiedad:
Experimenta el momento presente, sin permitir que te invada la ansiedad al preocuparte por lo que dejaste de hacer en el pasado y lo que harás en el futuro. Tranquilízate y llena de confianza tu interior, vive de instante en instante con la actitud de responsabilizarte de tus decisiones diarias que te darán claridad para confrontar y resolver los desafíos de la existencia. Creer que eres capaz de controlar todo te lleva a la ansiedad y a la tristeza, pero aceptar que no es así, te conduce a la paz y al sosiego interior. Pretender que la vida se adapte solo a nuestra voluntad es una invitación a la frustración. Vivir sin esperar demasiado, descansa el alma.
Utiliza el tesoro de tu silencio interior y medita en las siguientes palabras, sin importar el orden de las mismas:
- Flexibilidad
- Desapego
- Cuidado de mí mismo
- Aceptación
- Valentía
- Determinación
- Calma
- Sensatez
- Claridad
- Liberación
- Alegría
Después de reflexionar en las anteriores palabras elige aquellas con las cuales consideras que tendrás un mejor camino hacia tu bienestar interior, integrándolas en tu vida.
Meditación para el control de la Ansiedad
Realiza algunas respiraciones lentas y profundas, muy suavemente sin ninguna prisa. Al inspirar, disfruta de la energía que te da el oxígeno, vivificando cada célula de tu cuerpo; al exhalar, imagina que todas las tensiones, preocupaciones y desarmonías salen de tu mente. Inhala de nuevo y siente que te llenas de paz, serenidad, confianza y bienestar. Cuando logres relajarte, visualiza una luz suave y tenue encima de tu cabeza, del color que tú elijas: siente como esta vibración sanadora recorre amorosamente tu cara, cuello, hombros, pecho y espalda, llegando hasta tu estómago, caderas, piernas, pantorrillas y pies, desbloqueando emociones dolorosas que se han acumulado durante mucho tiempo en algunas zonas de tus órganos internos y externos.
Las frecuencias relajantes del color elegido, te hacen experimentar una nueva sensación de alivio, libertad y sanidad integral, por lo que agradeces al Universo el regalo de la vida, concientizándote que desde una nueva actitud podrás empezar a estar y sentirte bien.