Desde el pasado 25 de diciembre Arabelis López, más conocida entre sus amigos como 'La Caponera', llega todos los días muy puntual y religiosamente a las ocho de la mañana al Cementerio Jardines Ecce Homo, del norte de Valledupar (Cesar), y asume un papel singular: el de "la viuda oficial" de Diomedes Díaz Maestre. Ella lo defiende con dientes y garras, uno, por ser fanática suya y dos, porque él después de muerto es el que le da de comer mejor que nunca a toda su muy pobre familia.
Cuando murió Diomedes Díaz, el domingo 22 de diciembre, 'La Caponera' era tan solo aquella mujer que vendía discos compactos en un puesto del mercado central de Valledupar. A diario vendía poco más de 50 mil pesos, dinero con el que ha dado de comer durante mucho tiempo a sus dos hijos y que es la ayuda para el sostén de su humilde familia que vive en una barriada pobre de Valledupar.
Por eso apenas supo de que había muerto el artista vallenato más escuchado de todos los tiempos no se lo pensó más de dos veces y se fue para las inmediaciones de la Plaza Alfonso López, de Valledupar, en pleno centro de esa ciudad. Trasteó en una caja un centenar de discos compactos y se terció un pequeño butaco. Así monto ‘la sucursal’ del que era hasta hace unos días un negocio no tan boyante por culpa de la excesiva competencia.
Las miles de personas que comenzaron a abarrotar la plaza por las honras fúnebres del cantante, venidas de todo Colombia y de diferentes partes del mundo, le compraron en un par de horas lo que antes tardaba en vender casi una semana.
“Eso solo fue sentarme ahí y mostrar los discos compactos pa’ que la gente casi me los rapara de las manos”, dijo 'La Caponera'. Eso la llevó a pensar que tenía entre manos un gran negocio para sus enflaquecidas finanzas por eso salió como alma que lleva el diablo y se hizo con otros 100 discos compactos. Y volvió a colocarse allí en las inmediaciones de la Plaza. Más de lo mismo. No le quedó uno.
Durante los tres días que duraron los actos de despedida del cantante de La Junta, ella y un puñado de vendedores hicieron su agosto en diciembre. No dieron abasto para vender llaveros, camisetas, afiches y toda clase de recuerdos del artista vallenato.
“Eso le compraban a uno era de a puñado”, dice la mujer, sentada casi en la mismísima tumba de Díaz Maestre, al lado de una silleta o adorno floral que regaló el empresario artístico costeño Nelson Vilches en homenaje a Diomedes. En la imagen el cantante viste una camisa roja, un bluyín, las típicas botas que siempre le gustaron y extendiendo las manos en vértice y hacia delante, un gesto característico que siempre tuvo Diomedes Díaz y que se ve en muchas de sus fotografías.
'La Caponera' pensó que una vez terminara todo ‘el bololó’ por el sepelio de Diomedes se acabaría el negocio. Por eso se le ocurrió vender en la propia tumba. “Si él mismo lo dijo, lo pronosticó, de que su tumba se volvería un vendedero de chicle, empanadas…”, recuerda la mujer al referir lo que le dijo Diomedes al también hoy fallecido periodista costeño Ernesto Macausland, en una entrevista en la que el cantante habla de la muerte y que es muy popular en las redes sociales.
“Por eso me vine para acá”, relata la mujer en el propio sitio, desde que llego esto es solo un venir gente, de todos lados”.
Ella cuenta que ha vendido a personas venidas de Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Europa, “y de tanto lado que no tengo cabeza pa’ recordarlo”, agrega esta mujer que al día gana casi 300 mil pesos cuando la jornada es buena, una cifra impensable para ella, que de un tiempo a esta parte vio cómo cambiaba su vida por cuenta del fallecimiento del 'Cacique'.
Terminadas las honras fúnebres, 'La caponera' pensó que el negocio estaba en la tumba y allá se fue. “Es que aquí se vende todo”, dijo la mujer. “No han abierto y la gente se arremolina por ahí”, sentencia.
Ella por su Cacique hace y dice de todo. Vocea a los cuatro vientos el título de todos los discos que vende, el lugar de las parrandas vallenatas donde grabaron los compactos y hasta se pelea por él.
-“Ay de que hablen mal de mi Cacique, ahí si me encuentran”, dice esta mujer que hace pocos días se peleó con una persona que, a pesar de que fue a verlo, criticó a Diomedes.
-“Ay Virgen del Carmen, eso fue escuchar que dijeran algo malo de mi ídolo pa’ yo saltarle encima, le dije que no fuera mentirosa que eso lo castigaba Dios, juzgar a los muertos”, recuerda la mujer que no permite una sola crítica a su ídolo y “patrón”.
Hace una semana, gracias a lo que le ha producido la venta de discos y llaveros de Diomedes, pudo comprar un televisor, pagar el primer semestre sin apuro de su hija que estudiará enfermería y llevar un buen mercado a su casa. “Me compré 500 mil pesos en comida y eso nunca en mi vida había sucedido”.
Hoy quienes vayan al Cementerio Ecce Homo verán allí a 'La Caponera', entre muchas cosas, diciendo. “Yo sí soy la verdadera viuda, ¿no ven que yo sí paro todo el día aquí y pa’ que vean que es verdad ¡hasta plata ya me está dando y eso que no han repartido na’…”, finaliza.
Las miles de personas que comenzaron a abarrotar la plaza por las honras fúnebres del cantante, venidas de todo Colombia y de diferentes partes del mundo, le compraron en un par de horas lo que antes tardaba en vender casi una semana.
“Eso solo fue sentarme ahí y mostrar los discos compactos pa’ que la gente casi me los rapara de las manos”, dijo 'La Caponera'. Eso la llevó a pensar que tenía entre manos un gran negocio para sus enflaquecidas finanzas por eso salió como alma que lleva el diablo y se hizo con otros 100 discos compactos. Y volvió a colocarse allí en las inmediaciones de la Plaza. Más de lo mismo. No le quedó uno.
Durante los tres días que duraron los actos de despedida del cantante de La Junta, ella y un puñado de vendedores hicieron su agosto en diciembre. No dieron abasto para vender llaveros, camisetas, afiches y toda clase de recuerdos del artista vallenato.
“Eso le compraban a uno era de a puñado”, dice la mujer, sentada casi en la mismísima tumba de Díaz Maestre, al lado de una silleta o adorno floral que regaló el empresario artístico costeño Nelson Vilches en homenaje a Diomedes. En la imagen el cantante viste una camisa roja, un bluyín, las típicas botas que siempre le gustaron y extendiendo las manos en vértice y hacia delante, un gesto característico que siempre tuvo Diomedes Díaz y que se ve en muchas de sus fotografías.
'La Caponera' pensó que una vez terminara todo ‘el bololó’ por el sepelio de Diomedes se acabaría el negocio. Por eso se le ocurrió vender en la propia tumba. “Si él mismo lo dijo, lo pronosticó, de que su tumba se volvería un vendedero de chicle, empanadas…”, recuerda la mujer al referir lo que le dijo Diomedes al también hoy fallecido periodista costeño Ernesto Macausland, en una entrevista en la que el cantante habla de la muerte y que es muy popular en las redes sociales.
“Por eso me vine para acá”, relata la mujer en el propio sitio, desde que llego esto es solo un venir gente, de todos lados”.
Ella cuenta que ha vendido a personas venidas de Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Europa, “y de tanto lado que no tengo cabeza pa’ recordarlo”, agrega esta mujer que al día gana casi 300 mil pesos cuando la jornada es buena, una cifra impensable para ella, que de un tiempo a esta parte vio cómo cambiaba su vida por cuenta del fallecimiento del 'Cacique'.
Terminadas las honras fúnebres, 'La caponera' pensó que el negocio estaba en la tumba y allá se fue. “Es que aquí se vende todo”, dijo la mujer. “No han abierto y la gente se arremolina por ahí”, sentencia.
Ella por su Cacique hace y dice de todo. Vocea a los cuatro vientos el título de todos los discos que vende, el lugar de las parrandas vallenatas donde grabaron los compactos y hasta se pelea por él.
-“Ay de que hablen mal de mi Cacique, ahí si me encuentran”, dice esta mujer que hace pocos días se peleó con una persona que, a pesar de que fue a verlo, criticó a Diomedes.
-“Ay Virgen del Carmen, eso fue escuchar que dijeran algo malo de mi ídolo pa’ yo saltarle encima, le dije que no fuera mentirosa que eso lo castigaba Dios, juzgar a los muertos”, recuerda la mujer que no permite una sola crítica a su ídolo y “patrón”.
Hace una semana, gracias a lo que le ha producido la venta de discos y llaveros de Diomedes, pudo comprar un televisor, pagar el primer semestre sin apuro de su hija que estudiará enfermería y llevar un buen mercado a su casa. “Me compré 500 mil pesos en comida y eso nunca en mi vida había sucedido”.
Hoy quienes vayan al Cementerio Ecce Homo verán allí a 'La Caponera', entre muchas cosas, diciendo. “Yo sí soy la verdadera viuda, ¿no ven que yo sí paro todo el día aquí y pa’ que vean que es verdad ¡hasta plata ya me está dando y eso que no han repartido na’…”, finaliza.
