La historia del asesinato en un colegio de Bogotá

Publicado por: admin el Jue, 25/10/2012 - 05:26
El pasado jueves 18 de octubre comenzó como un día normal en el colegio Liceo Guilford & Gagné, pero entre las 12:30 y la 1:30 de la tarde sucedió una tragedia que, quizá, cambiará
El pasado jueves 18 de octubre comenzó como un día normal en el colegio Liceo Guilford & Gagné, pero entre las 12:30 y la 1:30 de la tarde sucedió una tragedia que, quizá, cambiará la reputación de la institución educativa. Felipe Castro, un joven de 15 años de la ciudad de Pasto que estudiaba en el colegio, se enfrentó a un compañero de otro curso en una pelea que terminó con, al parecer, un arma blanca que le atravesó la espalda hasta perforar el corazón. Testigos aseguran que Felipe alcanzó a caminar unos pocos pasos y luego cayó al piso inconsciente. El coordinador del colegio montó al joven en su automóvil y corrió hacia la clínica Juan N. Corpas, donde el niño falleció hacia las 2:30 de la tarde. Quizá porque el colegio cambió sus instalaciones y aún no tiene un cartel que lo identifique, no se llamó a una ambulancia y prefirieron llevar al joven en un automóvil privado, conducido por uno de los empleados de la institución, a través de un camino lleno de huecos y agua por donde no se puede transitar a más de 15 kilómetros por hora. Mientras las autoridades correspondientes llevan a cabo la investigación del caso, la identidad del menor que atacó a su compañero se mantiene en reservan. Hasta el momento no se han revelado detalles de la tragedia, y el colegio emitió un comunicado de prensa en el que declaran que el infortunado hecho se produjo de manera imprevista mientras docentes cuidaban el recreo, momento en el que sucedió el incidente. También han dicho que los padres de ambos menores fueron avisados de inmediato y que el personal del colegio actuó con diligencia para que el hecho no tuviera consecuencias más graves. Agregaron, además, que el Liceo dentro de su proyecto educativo institucional y de su política de inclusión y manual de convivencia ha orientado a la comunidad educativa para que dentro del respeto se mantenga una sana convivencia. “Por eso somos los primeros en deplorar el hecho y condenarlo. Expresamos a la familia de nuestro estudiante fallecido un sentimiento de profundo dolor y consideración”. El periódico El Tiempo ha dicho que Felipe Castro tenía dificultades de aprendizaje y que su atacante, de quien se dice que era muy inteligente, habría sido diagnosticado con autismo, lo que explica que luego del ataque el joven no sabía si lo que acababa de hacer era realidad o fantasía. El joven cuya identidad no ha sido revelada no ha vuelto al colegio desde el día en que mató a Felipe, y en las instalaciones se ha visto ya varias veces a la madre del joven asesinado. Hay que anotar que esta institución educativa no es igual a la gran mayoría. Su programa pedagógico está basado en la teoría de aprendizaje del pedagogo y psicólogo estadounidense Robert M. Gagné. Su propuesta pedagógica está basada en el desarrollo de la inteligencia emocional. Por eso, en las aulas de clase del Liceo Guilford no existe la unificación del desarrollo de los estudiantes, pues cada uno aprende a su ritmo. Esta práctica se lleva a cabo con el apoyo de dos acompañantes por aula, además del docente. Estos acompañantes tienen la función de apoyar el proceso de desarrollo de la inteligencia emocional y así cada niño va a su propio ritmo en el desarrollo de su proceso cognitivo. Este colegio trabaja con grupos de estudiantes que demandan una atención individualizada a través de un proyecto educativo que permite la inclusión de niños y jóvenes con interferentes en el aprendizaje, déficit de atención y dificultad para socializar. Así pues, para cada niño que se inscribe en el colegio, luego de una minuciosa entrevista, se le propone un modelo de trabajo específico para sus necesidades.