La historia paranormal detrás del antiguo edificio del DAS

Publicado por: maria.cuellar el Jue, 17/11/2022 - 17:53
El antiguo edificio del DAS, ubicado en el centro de Bogotá, actualmente es un conjunto residencial que ha atormentado a los residentes con su aterradora historia.

Su arquitectura antigua al estilo neo-gótica deslumbra a los cientos de transeúntes que pasan por esta calle de La Candelaria, en el centro de Bogotá. A simple vista, muchos piensan que es una iglesia o un convento, pero la realidad los sorprendería. Se trata del edificio La Calle del Sol, un conjunto residencial que funcionaba anteriormente como una sede del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por lo que aguarda miles de secretos. 

Esta edificación está ubicada entre las calles 11 y 12 con carrera tercera, un lugar muy concurrido por los bogotanos. Tiene más de 100 años de antigüedad, ya que fue construido en 1917 e inicialmente funcionaba como el Seminario Mayor de Bogotá, una institución académica de carácter religioso.

Debido a su longevidad y a los acontecimientos históricos que ha presenciado, aguarda miles de secretos. Incluso, se dice que en el año 1948, cuando asesinaron al líder político Jorge Eliécer Gaitán -hecho que generó el Bogotazo-, a este lugar llegaron refugiados y allí se ocultaron cuerpos de los manifestantes que perdieron la vida durante este estallido social. Con el tiempo, su fachada terminó con graves afectaciones.

Posteriormente, en 1953, con la llegada del general Gustavo Rojas Pinilla al poder, se ordenó la restauración de este edificio y se convirtió en la nueva sede del Servicio de Inteligencia Colombiana (SIC), lo que actualmente se conoce como el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).

Según cuentan los rumores, debido al contexto sociopolítico que atravesaba el país en aquella época por el rechazo hacia el Partido Comunista, los seguidores de este movimiento eran llevados a estas instalaciones para ser masacrados, torturados y asesinados, ya que eran tachados de espías y enfermos. 

Tiempo después, en 1957, Rojas Pinilla se retiró del poder y la restauración de La Calle del Sol quedó inconclusa, por lo que el DAS tuvo que ser trasladado a la calle 94 con carrera Séptima. Durante unos años, este edificio fue utilizado como una estación de Policía y luego como un colegio reservado para hijos de policías, hasta que en 1980 quedó completamente abandonado. 

Finalmente, a inicios de los años 90, se anunció el plan de revitalización del centro de Bogotá, con lo que se daría inicio a la reparación de esta edificación. Fue así como se convirtió en el Conjunto Residencial La Calle del Sol, un complejo que se compuso de 71 apartamentos, una plaza central y un salón comunal.

Gracias a su valor histórico y al sector donde quedaron ubicadas, estas residencias tomaron un gran valor comercial y varios ciudadanos estuvieron interesados en adquirir un predio allí. Actualmente, este lugar sigue siendo el hogar de decenas de personas y también operan reconocidos restaurantes de la zona. 

No obstante, pese a ser un edificio muy atractivo visualmente, los residentes y vecinos afirman que en horas de la noche se pueden escuchar gritos y quejidos de los presuntos espíritus de las miles de personas que allí fallecieron: reclusos, comunistas, rebeldes y manifestantes. 

“Mucha gente murió en este edificio y los residentes cuentan que pueden escuchar en las noches a las almas en pena”, relató Giovanni Gutiérrez, guía turístico del Instituto Distrital de Turismo.

Además, se dice que sobre la calle 12, lugar donde está ubicado este edificio, ronda una bruja gritando y echando tenebrosas carcajadas. De ahí surgió el nombre de uno de los restaurantes que se situó en donde antes estaban los calabozos del DAS: La Bruja. 

Por su parte, los guardias de seguridad que trabajan en edificio han contado los terroríficos momentos que han pasado cuando deben cuidar estas instalaciones por las noches. Según se consigna en la plataforma especializada 'Cívico', los vigilantes han presenciado como las luces se prenden y se apagan de un momento a otro, o a veces escuchan como el volumen de sus radios se eleva repentinamente sin que nadie los haya tocado. 

Incluso, uno de los trabajadores asegura que casi todas las noches se aparece la silueta de un espíritu que solo puede ser detectada en las cámaras de seguridad. Otro de ellos señala que durante tres días recibió llamadas al citófono desde un apartamento que llevaba meses desocupado. 

Aunque los espíritus suelen tener un concepto negativo y terrorífico, uno de los celadores manifiesta que, desde que empezó a trabajar en la Calle del Sol, tiene un fantasma que siempre lo cuida y lo escolta desde la puerta de su trabajo hasta su hogar. 

Por otra parte, se dice que el espíritu de Manuel Marulanda Vélez, un sindicalista izquierdista de los años 30, ronda por el edificio y se pueden escuchar sus gritos de dolor. Se rumora que, después de la revuelta de la Masacre de las Bananeras, Marulanda fue llevado a los sótanos de La Calle del Sol, donde fue vilmente torturado y asesinado. Por esta razón, su alma en pena aparecería todas las noches, buscando su salida de este mundo terrenal.