José González*, de 52 años, mira expectante y con asombro la montaña de 500 metros de alto que rodea el sector de la Mojarra, una vereda del municipio Los Santos del departamento de Santander. Un funcionario de la Empresa de Servicios Públicos le enseña el trazado que tendrá el ambicioso proyecto para llevar agua al casco urbano y todas las veredas desde el río Chicamocha, que se aprecia abajo a la distancia.
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José lleva viviendo 35 años en esa vereda, y en todo ese tiempo no ha visto que llegue agua al grifo de su casa a través del acueducto, que junto con el municipio Los Santos, tiene más de cien años de haber sido construido pero con un muy limitado alcance.
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Los Santos, una región que puede ser sacudida hasta por once sismos al día, pero considerada como "el Melgar" de Santander, sufre de sed.
Es una de las poblaciones más secas de nororiente del país, no llueve desde hace cerca de dos años según sus pobladores, y los habitantes de la cabecera municipal sólo tienen acceso al agua tres horas al día.
Sin embargo, José no se afana por el agua en su morada, pues paradójicamente los habitantes de las veredas como La Mojarra, tienen mejor abastecimiento de agua que los del centro del municipio, pero a un elevado costo.
Cada familia que habita la vereda tuvo que poner casi todo su patrimonio y ahorros para hacer posible un arcaico acueducto: contrataron hace cinco años una firma privada, ante la ausencia del Estado y gobernantes serios, para que bombeara agua desde un pozo profundo y abastecer el caserío a través de una simple red de tuberías y mangueras.
La ausencia de las autoridades ha hecho de la obra privada un negocio que promete extenderse por la región, según reveló don José.
Si alguna familia que llega a habitar la vereda, o alguna otra que no tenga acceso a un punto de abastecimiento de agua y quiera obtenerlo, debe pagar cuatro millones de pesos, más el costo mensual que se asemeja a la factura que pagan los habitantes del casco urbano, quince mil pesos.
El cañón del Chicamocha, Santander
Pero ¿de dónde recogieron los fondos los pobladores de La Mojarra para hacer realidad su propio acueducto? Los Santos, como otras poblaciones santandereanas, gozaron de la bonanza de los cultivos de tabaco. Sin embargo, las fuertes sequías hicieron que cualquier siembra fuera inviable, por lo que allí se ve vegetación autóctona de regiones semidesérticas como los cactus, aunque se han diseminado especies foráneas como los eucaliptos que han ayudado a secar más la tierra.
A raíz de la obra pionera privada en la región, los pobladores de la vereda en mención están casi en la ruina, y no saben por cuánto tiempo puedan sostener la obra, pues hay que pagar su mantenimiento. De igual manera, han denunciado un abandono por parte de las autoridades departamentales, pues a la imposibilidad de cultivar el tabaco no se han propuesto otras salidas económicas, en momentos en que la región se está volcando hacia el turismo como fuente principal de ingresos.
Estas preocupaciones podrían desaparecer si la Empresa de Servicios Públicos de Santander, Esant, lleva a cabo una megaobra para bombear el agua desde el río Chicamocha, que serpentea el cañón a 500 metros por debajo de la altura en la que se encuentra ubicado Los Santos.
En total, el agua tiene que ser bombeada por 1200 metros, que es la distancia que separa al pueblo del río.
Según explicó la Gobernación, “tradicionalmente los acueductos transportan el líquido por gravedad (caída del agua), sin embargo, debido a las condiciones agrestes del cañón del Chicamocha, la única posibilidad de suministrar el agua es por sistema de impulsión”, que sería usada por primera vez en Colombia a una escala tan grande.
Funcionarios de la Esant explicaron que en la montaña, en su recorrido desde el río al municipio, se construirán tres estaciones de bombeo de agua para garantizar su presión.
Por su parte, el gerente de la Esant indicó que no se aumentarán las tarifas que se cobrarán a los usuarios, una vez se tenga lista la obra, que costará más de 24 mil millones de pesos y con la que se abastecerá de líquido las 24 horas del día. Las obras tendrán lugar en la ladera de la montaña que rodea el cañón con pendientes mayores a 60 grados para subir el agua.
* Nombre cambiado a petición de la fuente.
El cañón del Chicamocha, Santander
Pero ¿de dónde recogieron los fondos los pobladores de La Mojarra para hacer realidad su propio acueducto? Los Santos, como otras poblaciones santandereanas, gozaron de la bonanza de los cultivos de tabaco. Sin embargo, las fuertes sequías hicieron que cualquier siembra fuera inviable, por lo que allí se ve vegetación autóctona de regiones semidesérticas como los cactus, aunque se han diseminado especies foráneas como los eucaliptos que han ayudado a secar más la tierra.
A raíz de la obra pionera privada en la región, los pobladores de la vereda en mención están casi en la ruina, y no saben por cuánto tiempo puedan sostener la obra, pues hay que pagar su mantenimiento. De igual manera, han denunciado un abandono por parte de las autoridades departamentales, pues a la imposibilidad de cultivar el tabaco no se han propuesto otras salidas económicas, en momentos en que la región se está volcando hacia el turismo como fuente principal de ingresos.
Estas preocupaciones podrían desaparecer si la Empresa de Servicios Públicos de Santander, Esant, lleva a cabo una megaobra para bombear el agua desde el río Chicamocha, que serpentea el cañón a 500 metros por debajo de la altura en la que se encuentra ubicado Los Santos.
En total, el agua tiene que ser bombeada por 1200 metros, que es la distancia que separa al pueblo del río.
Según explicó la Gobernación, “tradicionalmente los acueductos transportan el líquido por gravedad (caída del agua), sin embargo, debido a las condiciones agrestes del cañón del Chicamocha, la única posibilidad de suministrar el agua es por sistema de impulsión”, que sería usada por primera vez en Colombia a una escala tan grande.
Funcionarios de la Esant explicaron que en la montaña, en su recorrido desde el río al municipio, se construirán tres estaciones de bombeo de agua para garantizar su presión.
Por su parte, el gerente de la Esant indicó que no se aumentarán las tarifas que se cobrarán a los usuarios, una vez se tenga lista la obra, que costará más de 24 mil millones de pesos y con la que se abastecerá de líquido las 24 horas del día. Las obras tendrán lugar en la ladera de la montaña que rodea el cañón con pendientes mayores a 60 grados para subir el agua.
* Nombre cambiado a petición de la fuente.
