Lo que para muchos puede ser un sueño: ver animales en su hábitat natural en las densas sabanas de África, para los habitantes de Doradal, un corregimiento del municipio de Puerto Triunfo, en Antioquia, es algo que ya forma parte de su cotidianidad.
Aunque parezca increíble, en esa zona del Magdalena Medio antioqueño, ubicada a escasas tres y horas y media en carro de Medellín, la comunidad ya se acostumbró al espectáculo de observar a estos enormes mamíferos por las calles.
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Estos ejemplares fueron propiedad del capo de la droga Pablo Escobar, que además de ser uno de los narcotraficantes más famosos del mundo, era bien conocido por sus extravagancias.
Para la década de los 80, Escobar instaló en su hacienda en la región (que hoy se conoce como el Parque Temático Hacienda Nápoles) un zoológico con varias especies africanas, incluyendo jirafas, elefantes y los famosos hipopótamos.
Y es que es tan cotidiano ver estos animales caminar por las calles de este corregimiento, que sus habitantes en ocasiones ven a estos paquidermos como mascotas y sin la menor capacidad de asombro.
Esto lo demuestra un video publicado en las redes sociales por el usuario Kno Kastaño, donde se ve a uno de ellos deambular por las vías de Doradal con toda la tranquilidad del mundo.
Lo que más sorprendió a los internautas es la serenidad de los porteños al estar tan cerca de estos gigantes, que son bien conocidos por su agresividad.
David Echeverri, Biólogo de Cornare, comentó que desde hace dos años este tipo de escenas son tan comunes que ya ni sorprenden.
Desde su llegada a Nápoles, los animales se reprodujeron con tal facilidad que hoy suman unos 50 ejemplares.
Los que merodean por el corregimiento alcanza hasta las dos toneladas de peso, y lo que debe recordar la comunidad es que son muy territoriales y feroces.
"Están sueltos y son la manada en estado salvaje más grande del mundo fuera de África", le contó a Kienyke.com.Echeverri, quien trabaja hace varios años en Cornare y ha estudiado el comportamiento de esta especie, manifestó que aunque presenten un comportamiento sereno, las personas no se deben confiar, porque estos son animales salvajes, se pueden sentir amenazados por cualquier situación y, por lo mismo, pueden ser agresivos.
Por fortuna, hasta la fecha no hay registros de agresiones o lesiones causados por los hipopótamos a la población.[single-related post_id="749294"] “Esos son animales ‘asilvestrados' [animal domesticado que se vuelve salvaje]. Como están en un terreno sin cerrar, cada tanto alguno de ellos se desplaza por la zona. Hemos tenido muchos reportes de cercas dañadas, pero ya los pobladores identifican por dónde circulan”, explicó Echeverri.