Con la misma ansiedad con que Florentino Ariza quería aprender a nadar para rescatar el Galeón San José y poderse casar con Fermina Daza en la novela El amor en los tiempos del cólera
Con la misma ansiedad con que Florentino Ariza quería aprender a nadar para rescatar el Galeón San José y poderse casar con Fermina Daza en la novela El amor en los tiempos del cólera, el Gobierno colombiano y Sea Search Armada han buceado entre leyes, normas, resoluciones y artículos para quedarse con los derechos del tesoro sumergido.
Tanto así que la Procuraduría General de la Nación anunció el pasado 31 de enero, "el inicio de las respectivas acciones de vigilancia preventiva y de control de gestión a las actuaciones desplegadas por esa cartera (MinCultura), y por las entidades del Gobierno nacional y Distrital de Cartagena para la recuperación de este patrimonio cultural (Galeón San José)". Además, el ente de control solicitó a la ministra de Cultura, Mariana Garcés, el envío de la audiencia que establece los términos de la alianza público-privada para el rescate del famoso navío.
La información ha sido tratada con suma cautela, como el amor de Florentino y Fermina. Sin embargo, aún no se conocen las razones de la Procuraduría para tomar esta determinación. Pero, según denunció Sea Search Armada, esa cautela corresponde a un posible rescate del tesoro que excluye a la compañía que anunció hace 36 años el descubrimiento y ubicación del Galeón. Esa compañía fue la Sea Search que desde Estados Unidos anunció haber dado con el paradero del navío en 1982.
Pero la reanudación del caso no se queda allí. Hace una semanas el portal informativo Infobae.com reveló en exclusiva lo que aseguraban ser las coordenadas "confidenciales" que el Gobierno colombiano había determinado en 2015 para el rescate del Galeón San José. La Veeduría Nacional para el Control del Patrimonio Sumergido rechazó la publicación alegando que pone en riesgo la conservación del patrimonio. Según la entidad esa información atrae a piratas que podrían hurtar los más de diez millones de objetos históricos y 10.000 millones de dólares que se calcula contenía el barco al momento de su naufragio.
También se espera que en los primeros meses de este año, el Consejo de Estado se pronuncie respecto a quién pertenecen los derechos del descubrimiento del Galeón San José. El ponente es el consejero William Hernández, quien presentará una acción de popular que busca anular la resolución que le reconoció la autoría del hallazgo a Sea Search Armada.
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Después de eso toda clase de mitos se crearon, hasta se dudó por muchos años de la existencia del millonario botín. La certeza llegó en 1982 cuando la Glocca Morra le anunció al Gobierno haber descubierto la ubicación del Galeón cerca al meridiano 76 y a unos 50 kilómetros de Cartagena. Allí se empezó una lucha con el Gobierno, que aceptó su descubrimiento, pero no ordenó la confirmación de la información en su momento. En 1994 la compañía Sea Search Armada recibió los derechos de Glocca Morra mientras esta demandó ante un tribunal de Barranquilla sus derechos de posesión sobre el botín.
El tribunal le contestó y confirmó que los derechos eran del Estado y de la compañía cazatesoros. Según la decisión del tribunal el patrimonio correspondía a Colombia y lo que fuera tesoro, es decir sin valor histórico, debía ser repartido en partes iguales entre Estado y Sea Search Armada. En esto difiere José Luis Sócarras, director de la Carrera de Arqueología de la Universidad Externado de Colombia, quien en diálogo con Kienyke.com manifestó que "desde una perspectiva arqueológica, el sitio donde se encuentra el GSJ, la estructura del barco y todo su contenido conforman una unidad y son patrimonio cultural de la Nación, es decir de todos los colombianos".
El 5 de diciembre de 2015, el presidente Juan Manuel Santos anunció haber descubierto el navío. Poco tiempo después, Sea Search invitó al Gobierno a dirigirse a la zona para verificar si correspondía a las mismas coordenadas que ellos habían denunciado en 1982. Prometieron en una carta, que si no eran iguales, ellos renunciarían al tesoro. Nunca se hizo tal confirmación.
Estas son las ubicaciones que arroja Google Maps, con base en las coordenadas reveladas por la Sea Search Armada y las que se supone son las del Gobierno.[/caption]
El proceso de rescate del tesoro será muy lento, podrá durar años, según Sócarras. Las condiciones de conservación que tienen los elementos a esa profundidad, la ausencia de oxigeno, los más de 300 años, hacen que sacar los objetos del mar sea una operación muy complicada. Primero se deberá determinar un extenso plan de manejo acorde a las leyes nacionales e internacionales de conservación. Por tanto, aunque se firme la alianza público-privada, pasarán años antes de ver el tesoro a flote.