Alexánder García Villegas confesó que llevaba varios años planeando su fuga de las Farc. Con el alías de ‘Efrén Caracho’, este hombre de 34 años de edad era el tercer cabecilla del Frente Séptimo de la guerrilla, y en dos décadas también había integrado la cuadrilla 52 de las Farc y los frentes Policarpa Salavarrieta y el 40.
Su desmovilización tuvo lugar en zona rural de San José del Guaviare y con ella puso fin a más de dos décadas de militancia en la subversión, de la que él dice que “se perdieron los valores comunistas que antes predicaban, y por eso no vale la pena seguir luchando por lo que ya no tiene razón de ser a estas alturas de la vida”
A los doce años ingresó a la guerrilla. “Yo vivía en el área del municipio de Uribe que se conoce como La Julia, (Meta). Había un frente guerrillero en esa zona, que ejercía suma influencia. Por esa influencia, y uno bien pequeño, pues decide ingresar voluntariamente”. Sobre su experiencia, puso de manifiesto que aún permanecen menores en las filas armadas: “Y menores sí hay al interior de la organización”.
En rueda de prensa con miembros del ejército, alias 'Caracho' denunció divisiones y profundas brechas creadas al interior de la guerrilla debido a la ambición de ciertos altos mandos. “Cuando murió el ‘Mono’ (el ‘Mono Jojoy’), varios mandos bregaban a hacer su capital; con hombres, con armas, con los recursos de la guerrilla. Entonces eso va generando discordias y desigualdad al interior, porque se va creando en muchos comandantes el sentido mafioso; eso perjudica al grupo, porque mientras unos lo tienen todo, otros sufren”.
Además, confesó que a los subversivos en las montañas y la selva los desmotiva la presión militar. “Uno vive poco tranquilo. Se respira inestabilidad. Están encima los operativos por aire, por tierra… Por eso hay debilitamiento al interior de la guerrilla. La presión militar va generando una debilidad por las bajas, las deserciones y las capturas. Eso desmotiva”.
García Villegas anticipó que varios de sus compañeros dentro de las Farc han pensando en desmovilizarse, pero tienen miedo. “Una cosa es pensar en hacerlo y otra muy diferente es decidirlo. Es un paso de vida o muerte. Yo estuve pensando (desmovilizarme) hace muchos años, porque ya no hay futuro dentro de la organización. Y ahora que lo hice doy prueba de que estoy bien. Me recibieron bien y me reencontré con mi familia”.
Sobre el proceso de paz, alias 'Caracho' aseguró que “en las bases de la guerrilla hay mucha duda y desconcierto porque se han limitado a leer documentos pero no se conoce una conclusión (…) la duda que queda es por el futuro de la guerrilla si terminan las conversaciones”.
Finalmente el cabecilla desmovilizado dijo tener “arrepentimiento” por las acciones que su frente cometió sobre civiles. “A mí me tocaba hacer lo que me ordenaban. Si no cumplía, pues me tocaría pagar con la vida”, advirtió.
