Óscar Pérez, el piloto que se enfrentó a Maduro

A ningún gobierno que quiera mantenerse en el poder, sea bueno o malo, le conviene que lo cuestionen, que lo señalen, que saquen a la luz sus secretos. Al poder no le gustan los rebeldes. Muchas veces, el pago para esa rebeldía es, en el mejor de los casos, una persecución sin treguas. O la muerte. Es el caso de Óscar Pérez, el piloto venezolano que se enfrentó el régimen de Nicolás Maduro. El gobierno lo llamó “terrorista”; y lo persiguió como tal. Desde junio de 2017 Pérez estuvo huyendo. En aquella oportunidad, tomó un helicóptero del aeropuerto de La Carlota, y, se dice, disparó contra el Tribunal Supremo de Justicia. Ese acto lo puso en el ojo del huracán. [single-related post_id="805428"] “Nos están matando. Venezuela, lleven nuestro escudo, nosotros somos su espada, pero la espada verdadera es todo el pueblo unido”, fue lo último que Óscar Pérez dijo en sus redes sociales. Al fondo se oían las balas de las autoridades de Venezuela. [caption id="attachment_811229" align="alignnone" width="1024"] Foto: Twitter @YoSoyJustin_[/caption] Las fuerzas militares lo habían localizado. Quienes en algún momento pudieron haber sido sus compañeros, los que llevaron el mismo uniforme, ahora lo cazaban por haber cometido la felonía de levantarse contra Maduro. El mismo Ministro de Defensa venezolano confirmó la muerte de Pérez en el operativo.

¿Mártir o terrorista?

Óscar Pérez tenía un historial militar que envidiaría el mismo Rambo: buzo de combate, piloto, paracaidista, experto en operaciones tácticas. Después de que se sublevó, y como él mismo lo escribía en sus redes sociales, también pasó a ser un “luchador por la vida”. Alto, de pelo rubio, ojos claros y piel canela. Sí, tenía cierto aire de protagonista de una de esas películas gringas de acción. Precisamente esa era otra de sus profesiones: fue actor. Participó en la película ‘Muerte suspendida’. Cuando se levantó contra Maduro y su gobierno, ya era algo reconocido en su país. Sin embargo, su nombre empezó a sonar con más fuerza desde ese 28 de junio. “Somos una colación entre funcionarios militares, policiales y civiles en búsqueda del equilibrio y en contra de este gobierno transitorio criminal, no pertenecemos a tendencia política o partidista. Somos nacionalistas, patriotas e institucionalistas”, dijo Pérez en aquella ocasión, cuando exigió la renuncia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. [single-related post_id="678405"] Desde entonces se convirtió en otro de los perseguidos del régimen. “Nos enteramos de que tenían preparado un carro bomba para explotarlo ante una embajada de un país querido y prestigioso que tiene su representación aquí”, dijo Maduro. "Las personas que estaban siendo entrenadas lo confesaron ante el tribunal, unos muchachos que le habían pagado cuatro dólares por allí y le habían prometido protección después de poner la bomba", y agregó que desde el gobierno colombiano se buscaba dar asilo a los “terroristas”.