La Cámara de Diputados de Brasil alcanzó en la noche del miércoles 161 votos favorables a archivar la denuncia por corrupción contra el presidente Michel Temer.
Debido a las ausencias y abstenciones de algunos diputados, esto hace imposible que la oposición consiga los 342 votos necesarios (dos tercios del plenario) para apartar a Temer de su cargo mientras es juzgado.
Aunque la votación continuaba, con cada legislador fundamentando su voto a favor o en contra de permitir que se abra la investigación judicial contra el mandatario, las voluntades ya expresadas determinan que Temer logre mantenerse en el cargo.
[single-related post_id="695358"]
La Procuraduría General de la República (fiscalía) denunció a Temer ante el Tribunal Supremo Federal al considerar que recibió sobornos del grupo cárnico JBS, pero para abrir la investigación se necesitaba del visto bueno de los diputados.
La base de la denuncia contra Temer estaba en uno de los hombres de confianza del presidente, el exasesor Rodrigo Rocha Loures, quien fue pillado in fraganti por la policía con una maleta llena de 500.000 reales (más de 160.000 dólares).
La mayoría de diputados aliados del Gobierno argumentaron que aceptar la denuncia supondría añadir inestabilidad en un momento delicado para la economía, que empieza a recuperarse de la crisis, y muchos destacaron que Temer ya responderá ante la justicia cuando deje su cargo, en 2019.
[single-related post_id="332033"]
"Es una frustración muy grande", explicó el manifestante André Rhouglas, el único que protestaba la tarde de este miércoles frente al Congreso Nacional de Brasilia, según recoge el portal de noticias UOL.
Rhouglas estaba ataviado con una bandera de Brasil, una caña de bambú para simular una crucifixión y un cartel con la frase "Congreso Nacional, la alcantarilla brasileña, Fuera Temer".
"Luchamos mucho en 2013 por 20 céntimos; hoy no movemos un dedo por cientos de millones que nos roban todos los días, nos quedamos en el sofá, viendo todo y quejándonos sin hacer nada", lamentó.
El manifestante hacía así referencia a las multitudinarias manifestaciones de junio de 2013, que empezaron para protestar por el aumento del precio del pasaje de autobús y que desencadenaron una ola de descontento social sin precedentes.
Lea también: Así es el apartamento por el que condenaron a Lula
El 81 por ciento de los brasileños cree que el presidente Temer debería ser investigado por el Tribunal Supremo Federal, según una reciente encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística.
Sin embargo, las manifestaciones contra el Gobierno perdieron fuerza en los últimos meses y ni siquiera la oposición y los movimientos sociales de izquierda convocaron ninguna marcha para el miércoles.
La Cámara de Diputados debe decidir si da luz verde a la denuncia presentada contra la Fiscalía contra Temer para que pueda ser investigado por el Supremo, lo que supondría su salida de la presidencia durante al menos seis meses.
Los fiscales consideran que Temer cometió un delito de corrupción pasiva al recibir sobornos del grupo cárnico JBS.
Con información de Sputnik
