“Quisiera que hubiera más diálogo en Venezuela”: Insulza

Vie, 21/06/2013 - 12:31
Entrevista a José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, Tomado del
Entrevista a José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, Tomado del www.elmundo.com Por Sergio Esteban Vélez ¿Qué debe hacer América Latina para sacar ventaja del hecho de haber salido casi ilesa de la crisis económica mundial? “Lo que ha hecho otras veces en que no ha estado mal después de las crisis. Por ejemplo, en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial, Argentina, Chile y otros países eran tremendamente potentes y crecían mucho. Pero, al mismo tiempo, no fueron capaces de prepararse para lo que vendría después, perdieron parte de sus mercados externos y, finalmente, llegaron las crisis. "Lo que América Latina habría de hacer es invertir en infraestructura, educación, desarrollo científico-tecnológico, trabajar en la redistribución del ingreso y en todo un conjunto de reformas estructurales que le permitan tener economías más sanas y más diversificadas. En cuanto al libre comercio, me parece que la Alianza del Pacífico es una buena respuesta, en ese sentido”. -Hablemos de la influencia, cada vez más notoria, de la China en la economía de América Latina... “Esa influencia, sobre todo en América del Sur, ha sido bienvenida, pues las compras importantes de productos básicos por parte de China han permitido que nuestras economías crezcan sustantivamente en un período de crisis. Se trata de una relación fundamentalmente económica, que se extiende al terreno de la inversión. Es distinta en los distintos países de la región, dependiendo de si los chinos hayan decidido comprar o invertir en la producción del commodity en cuestión, pero siempre con una enorme prescindencia respecto de los asuntos internos de los países a los cuales compran. "Esto, para América Latina, ha sido, sin duda, una bonanza. Seguramente, se va a mantener con el tiempo, pero no creo que vaya a aumentar, porque desde hace ya un tiempo se han estabilizado el precio y las cantidades de los commodities que la China compra. Para países como Argentina, Chile, Uruguay o Brasil esto ha contribuido al desarrollo de un período muy beneficioso”. -Hablemos de la situación de la libertad de prensa en el continente ¿Entre los países que integran la OEA, cuáles son aquellos en los que se presenta una situación más crítica? “Yo, generalmente, no comento sobre países. Pero sí puedo decirle que se pone mucho el acento, con razón tal vez, en las medidas que algunos gobiernos puedan tomar contra un determinado órgano de prensa y que se pone poco el acento en la enorme libertad de prensa que, en general, existe en la región y en el hecho de que, al mismo tiempo, existen otras amenazas a la libertad de prensa, como son, por ejemplo, la concentración excesiva de los medios de comunicación y los problemas de violencia contra los comunicadores. Yo creo que estos tres temas están puestos en el asunto de la libertad de prensa y, por eso, soy un poco reticente a tratar uno solo de ellos, del cual se habla mucho, sin atender balanceadamente a los otros dos”. -¿Cuál es la línea a seguir por la OEA, cuando, en su pasada cumbre, sus miembros no lograron consenso acerca de una agenda común frente a la problemática de las drogas? “Yo creo que, al contrario, el tema de la política común sobre drogas ha avanzado sustantivamente: en los últimos tres meses, ha avanzado más que en los tres o cuatro años anteriores. Hay que darle tiempo al tiempo. Hay que esperar que los países estudien el informe de la OEA y tomen sus decisiones. Y, por eso, tenemos todo un calendario de actividad que vamos a seguir desarrollando. "Ninguna política, menos una tan compleja como esta, se cambia de la noche a la mañana. Esperar que la asamblea general de la OEA, que era un evento diplomático, fuera a dar un vuelco o un golpe de timón muy fuerte en materia de drogas nunca estuvo entre nuestras expectativas. Lo importante es que el diálogo se ha abierto sobre algo de lo cual no se hablaba desde hacía dos o tres años y que habrá cambios en el futuro”. -¿Cuáles son las prioridades de la agenda actual de la OEA en materia de seguridad? “El problema central es la seguridad pública, en todas sus dimensiones. Ahí entran la seguridad fronteriza, los puertos y aeropuertos y otras cosas, pero lo central es la lucha contra el crimen organizado y la droga. Esa es nuestra prioridad absoluta. "Yo diría que los antiguos temas de la OEA, de la seguridad externa, ya han sido bastante superados”. -¿Qué visión tiene la OEA acerca de las perspectivas latinoamericanas en cuanto a reducción de la pobreza? “Yo creo que la reducción de la pobreza es un problema, pero que tiene un buen desarrollo. Creo que las políticas que han seguido muchos gobiernos respecto de esta materia han sido eficaces y, de hecho, la pobreza ha bajado de un 40 % a un 25 %. "Lo grave es la desigualdad, el hecho de que lo que se llama la clase media latinoamericana, de una manera un poco pretenciosa, todavía comprende sectores que están apenas por encima de lo que antes fue la línea de la pobreza, mientras la gran riqueza se acumula en manos de unos pocos. Ese es el gran desafío: una curva de diferencia del ingreso que sea mucho más justa, en una sociedad democrática”. -¿Piensa que va a continuar, dependiendo tal vez de la elección en Chile de Michelle Bachelet, la tendencia latinoamericana hacia la izquierda o cree que va a haber un viraje económico y político en el continente? “La coalición que eligió a Michelle Bachelet durante su primera campaña presidencial es muy parecida a la actual. Es una coalición de centro-izquierda y, por tanto, desde ese punto de vista, no creo que haya grandes novedades. "Me parece, sin embargo, que América Latina enfrenta una etapa de buen crecimiento, pero, al mismo tiempo, que tiene grandes desafíos económicos y, sobre todo, sociales, de justicia, igualdad, de mejor distribución del ingreso, que requieren que los gobiernos actúen, más allá de si son de izquierda o de derecha”. -¿Cuáles serían los mecanismos más eficaces para impulsar debidamente la innovación en los países latinoamericanos? “Existen muchas recetas. Por ejemplo, en algunos países, la innovación se produce sobre la base del éxito de algunos sectores o industrias muy subvencionados; en otros, se le deja a la empresa privada. Yo creo que nosotros tenemos una cierta tradición de política pública en esto y no cabe duda de que es un asunto en el cual los estados deberían actuar mucho más de lo que lo hacen, deberían fomentar mucho más la innovación. "Lo que yo no haría sería dejar este tema solamente en manos de la iniciativa privada, porque, desgraciadamente, el sector privado no ha mostrado tener gran capacidad de innovación. Se requiere un apoyo del sector público, sobre todo para que pequeñas empresas de alta tecnología vayan naciendo y se creen un espacio”.  Continúe leyendo aquí: www.elmundo.com  
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