"Era un hombre delgado, muy alto, de unos 1,85 metros de estatura, salió de uno de los inodoros del baño, algo incómodo y sin prestar atención a las mujeres que ingresaban", así lo afirma una persona que pidió no ser identificada y que decidió hablar con Kienyke.com. Esta persona presenció cuando aquel hombre, en ese trágico y lluvioso sábado 8 de junio, salió incómodo ante el reclamo de las mujeres que lo vieron.
“Cretino, depravado, ¡qué hace aquí!”, las personas le increparon de manera prudente a juicio del testigo. El hombre con “acento extraño”, se limitó a decir “no hablo español”. La persona aclara que el hecho no fue en el baño en el que explotó la bomba aquel día, después de que en un medio saliera a informarlo.
La explosión ocurrió en el segundo piso del centro comercial y dejó a tres mujeres muertas, entre ellas una ciudadana francesa, y 9 personas más heridas.
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La persona quiere dejar en claro ante Kienyke.com que “es probable que lo que haya dicho no tenga ningún tipo de relación o incidencia en la investigación”, sin embargo con sorpresa confirmó que uno de los retratos hablados, y que salieron al público hace unas horas, coincide con la versión que dio a las autoridades de la descripción del sujeto.
Ya la Fiscalía General de la Nación y Policía Nacional, en un comunicado conjunto, habían aclarado que los retratos entregados para conocimiento de la opinión pública, no eran oficiales y que aún se busca confirmar la coincidencia de las imágenes entre las versiones de los testigos circunstanciales.
El comunicado afirma que “el equipo interdisciplinario conformado por expertos ha logrado importantes avances, lo que ha permitido consolidar varias hipótesis, con líneas investigativas plenamente definidas”. Sin embargo, advierten, es prematuro entregar datos específicos sobre las hipótesis y las evidencias recaudadas.
Las evidencias “están sustentadas, entre otras razones, en la similitud que guardan el atentado terrorista del sábado con otros ocurridos en Bogotá y otras ciudades capitales”, precisaron.
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El relato del testigo continúa después del encuentro con el particular hombre, de quien recuerda también que usaba una camiseta polo, sin mayores rasgos físicos a excepción de la altura. Agrega que ninguna de las personas que se topó con el extraño ingresó al inodoro del que salió el hombre.
La persona ese día también escuchó a otra visitante del centro comercial afirmar que le había ocurrido algo similar, sin poder confirmar su veracidad.
La persona y el grupo de gente con quien estaba se disponían a asistir a cine. La explosión ocurrió casi al finalizar la película que veía, sintió “un estruendo, una vibración, y ruido”.
Lo primero que le llegó a su mente fue “no pudo ser una bomba, estamos en paz”, mientras esperaba con calma a que los empleados del cine que los evacuaran por las “estrechas salidas de emergencia”.Esta persona empezó a relacionar el hecho con el atentado en el momento de bajar las escaleras, cuando entre la gente que salía se rumoraba sobre las primeras versiones de atentado con explosivos. Ambos hechos podían tener relación, juzgó la anónima visitante del Andino. Ese día su versión fue recibida por las autoridades, dentro de muchas otras, sin que, según la persona, se hayan vuelto a comunicar para algún otro requerimiento específico o legal. Dice que no ha salido de su vivienda por miedo. Se siente en peligro. Las autoridades no tienen ni idea sobre el hecho juzga. “todo era culpa de las Farc antes, ¿pero ahora?", se pregunta con angustia. Recuerda que cerca a ella había un medio de comunicación y de ahí se generó una bola de desinformación que solo hasta ahora Kienyke.com puede relatar con la distancia tras el shock de lo sucedido.