La obra se llama ‘Piedra dorada’. Es una escultura que pesa 2,5 toneladas, está recubierta con una capa de chocolate y mide diez pies. La diferencia con otras esculturas es que ‘Piedra dorada’ no se ve ni se siente. El Museo de Arte Invisible de Nueva York, tiene una muestra de cuadros, fotografías, esculturas, películas y partituras. Los espectadores no ven nada en las paredes, solo imaginan. Cada obra está acompañada de una placa que la describe y, cuando alguien se entusiasma a comprar una, recibe un certificado de autenticidad.
Tienen un precio entre 1.000 y 25.000 dólares de acuerdo al tamaño, los materiales y el peso. La más costosa se llama ‘Mapa de polvo’, un cuadro de 40x40 metros. El autor demoró dos años en su realización. Consta de millones de diminutos agujeros hechos con un alfiler. Si el espectador “mira” con una lupa, o imagina que ve por una lupa, puede encontrar más de 200.000 palabras.
Otra obra titulada ‘Aire puro’ fue comprada hace unas semanas por la modelo, actriz y productora de páginas web, Aimee Davison. Pagó 10.000 dólares y, como todos los compradores, recibió una placa dorada con la descripción de la obra y el certificado de autenticidad. La placa dice: El aire que estás comprando es como un tanque con una cantidad ilimitada de oxígeno. Donde quiera que estés siempre podrás respirar el aire más delicioso y puro que la tierra puede producir. Cada respiro te da una paz infinita y salud. Puedes llevar esta obra de arte siempre contigo porque así donde quiera que estés podrás imaginarte respirando el aire más limpio de la cima de las montañas, campos o del océano.
Por razones obvias no hay fotos de las obras, las dejamos a la imaginación del lector.