Conversaciones con la existencia

Lun, 09/03/2020 - 10:32
Un diálogo reflexivo en torno a las diferentes dimensiones del pensamiento del ser y la existencia misma.

Hace más de 11 años fui invitado por un nutrido grupo de psicólogos, psicoterapeutas y consultores en recursos humanos de varias empresas del país, a dictar una conferencia sobre Logoterapia, manejo de emociones y PNL (Programación Neurolingüística).

Al finalizar mi intervención, me abordaron amablemente Eliseo y Gloria, una especial pareja que desde la sociología y la filosofía buscaban respuestas sobre la existencia. Además, como investigadores del comportamiento humano habían recorrido varios países del mundo aprendiendo técnicas y métodos de reprogramación mental, sanación física, emocional y espiritual.

Se unieron a esta tertulia otros participantes de la conferencia humanística y nos reunimos en el café OMA, un acogedor lugar ubicado en ese entonces en la Calle 85 con Carrera 15, en la ciudad de Bogotá.

Allí entablamos un diálogo reflexivo en torno a las diferentes dimensiones del pensamiento del ser y la existencia misma, así como también de otros tópicos. Algunas de estas conversaciones fueron grabadas en aquella época y hoy pude transcribirlas con el propósito de ser integradas a este artículo y poder compartirlas con ustedes, mis queridos lectores.

Armando Martí: Gracias por hacerme parte de esta reunión para compartir sus inquietudes y hablar abiertamente sobre las preguntas que quieran hacerme. Con gusto los escucho e intentaré desde mi opinión contestarlas.

Eliseo: Me atrae el conocimiento pues todo lo que aprenda siempre va a enriquecer mi proceso de desarrollo personal, recordando que ante todo soy un ser social. Quiero comenzar esta conversación preguntándole ¿cuál es su visión sobre la sociedad actual? 

Armando Martí: En nuestra sociedad estamos viviendo un momento de transición y cambio hacia una aparente “vida mejor”, lo cual no es del todo cierto. Actualmente, la tecnología está modificando el pensamiento planetario de forma positiva a través de la Internet y las redes sociales. El problema en muchos casos es la saturación digital al igual que el crecimiento del deseo de consumo inmediato como fruto de las constantes estimulaciones de la publicidad.

Por eso, habitamos en un mundo agresivo, disfuncional y desorganizado como producto de nuestra mente, inclinándonos hacia la enfermedad, la confusión y el caos. Las necesidades básicas humanas son físicas, mentales, emocionales y espirituales, pero muchas personas tienen desorientada su escala de valores y no saben realmente lo que quieren. 

La inconsciencia se manifiesta en algunos individuos y grupos económicos, quienes de forma obsesiva piensan que, al poseer dinero y prestigio, van a conquistar el poder para huir de sus propias conciencias a través de controlar, dominar e influir sobre los demás. Este grupo “élite”, al darle relevancia a lo material se desconectan de su parte espiritual, agotando la posibilidad de sosiego mental y paz interior, pues la ambición desmedida los hace olvidar de vivir en el momento presente.

Gloria: ¿Qué les sugeriría a esas personas tan “equivocadas”?

Armando Martí: Examinaríamos juntos el motivo de su dolor interior y la necesidad de tanta distracción exterior, ubicándolos en la pregunta esencial: ¿quién soy yo?

Además, los invitaría a buscar espacios de soledad y calma para clarificar lo que en realidad quieren descubrir de sí mismos. Durante este proceso “ego-reductor”, se podrían integrar nuevamente como células sociales sanas, decididas y conscientes, dispuestos a no aprovecharse de los demás sino por el contrario, servirlos y ayudarlos.

Eliseo: ¿Es la división social la causa de las enfermedades actuales?

Armando Martí: La división, el egoísmo, la falta de solidaridad y de compasión hacia mí mismo y hacia los demás, son algunas de las causas más relevantes de los desequilibrios energéticos, emocionales y mentales. En realidad, todos somos uno. La unión siempre hace la fuerza y como lo dijo Teilhard de Chardin: “nadie es libre por su propia cuenta, sino en virtud de una mano que lo libera”. 

No podemos estar mucho tiempo aislados porque nuestra especie sobrevive a través de la interacción energética y comunicativa. Se puede estar solo y así tener un espacio de discernimiento y reflexión, logrando la unidad del yo, pero para expandirse sanamente, se necesita de la ayuda de otras personas. 

Es de anotar, que en el mundo existen unas leyes naturales para el ordenamiento y la seguridad del ser humano. Si estas leyes se transgreden el precio a pagar es el miedo, la culpa y la neurosis, que al agravarse se convierten en depresión, una de las enfermedades más antiguas de la humanidad, que algunos expertos la comparan con la sensación de estar “muerto en vida”. En otros casos, es producida por la pérdida del sentido espiritual con el consecuente vacío existencial de esta época actual.

Sin embargo, si tenemos exceso de leyes y preceptos sociales por cumplir, podemos llegar a reprimir nuestras emociones y sentimientos, que a la postre causarían trastornos mentales obsesivos compulsivos, los cuales nos impulsan a refugiarnos en salidas inadecuadas como las adicciones, el fanatismo religioso y la superstición.

Debemos aprender a manejar nuestro equilibrio basándonos en cuatro estados que se compensan entre sí: el trabajo y la recreación, el amor y la espiritualidad, con el fin de lograr armonizarnos y trascender hacia la salud y el desarrollo integral del ser.

Gloria: Armando tengo muchas inquietudes en torno a la espiritualidad, ¿es Dios ilimitado?

Armando Martí: Sí Gloria, Dios es ilimitado, pero en su sabiduría permite límites hacia su creación que como humana es imperfecta y comete errores, los cuales si son superados nos convierten en seres perfectibles. Si lográramos entender esto y aceptar nuestros defectos de carácter, podremos habilitar potentes cambios interiores para gestionar la culpa innecesaria y la vergüenza inmerecida, que afectan nuestra autoestima y calidad de vida.

Somos almas eternas y condicionadas para un constante aprendizaje y adaptación a los eventos de la existencia. Adaptación significa movimiento para el equilibrio y cuando estos se acaban, nos desanimamos y lógicamente nos descompensamos.

La falta de motivación para alcanzar no sólo nuestro bienestar sino también nuestras metas y objetivos, se ve reflejada en la aparición de una fuerza contraria que yo denomino “ego enfermo”, el cual nos induce a hacernos daño y fracasar. Recordemos que el amor sano (no el amor codependiente) es la fuerza que mueve al mundo.

Eliseo: Armando hablando de amores insanos, ¿se puede tener como apoyo las “muletas” emocionales causadas por la dependencia hacia los demás?

Armando Martí: Usted ha dicho la palabra correcta: “muletas”. Tristemente nos acostumbramos a ellas y terminamos dependiendo de quienes nos “ayudan”. Siempre existe la posibilidad de que algún día “milagrosamente” podamos dejar de depender de ellas y caminar con nuestras propias piernas, pero nos acostumbramos y las convertimos en parte esencial de la vida. Buscar la autenticidad, es un proceso liberador que vale la pena emprender, para no depender de estas “muletas emocionales”.

Si aplicamos la realidad comparativa, cada uno tiene dones, talentos y valores diferentes al otro. Por ejemplo, en el reino animal, el tigre nunca sabrá que es tigre, muere sin saber qué es, pues no tiene conciencia de sí mismo, esto también ocurre con cualquier insecto o un valioso diamante. El hombre es la única especie que puede darse cuenta de quién es.

Ahora bien, si el tigre no tuviera garras y dientes afilados, moriría pues no puede cazar, y si el hombre no encuentra su propósito no podrá sobrevivir, ya que usa su inteligencia y capacidad racional para darse cuenta de sus límites y defectos de carácter, elaborando de esta forma estrategias superativas.

Gloria: ¿Se puede vivir de forma inconsciente?

Armando Martí: Se puede sobrevivir de forma inconsciente pero nunca vivir de forma plena. La inconsciencia anula la plenitud del ser humano. El hombre está diseñado para evolucionar desde la concepción, desarrollando sus pensamientos y sentimientos integralmente con el paso del tiempo. Eso nos salva y a la vez nos condena. Somos la única especie en el planeta con capacidad para crear salud o enfermedad, porque tiene a su servicio la imaginación.

Como el hombre cuenta con la habilidad de la autosugestión, su uso puede afectarlo hacia cosas buenas y malas, pero desafortunadamente la inclinación “natural” es manejar de forma negativa sus pensamientos y emociones, haciendo resistencia a la felicidad, la cual nos fue otorgada como un derecho esencial por parte de nuestro Creador.  

Eliseo: Eso quiere decir Armando ¿qué somos inventores de nuestras realidades? ¿Lo que pensamos puede suceder? ¿Es tan poderosa nuestra mente?

Armando Martí: Efectivamente el poder del pensamiento es ilimitado, por eso afecta e influye a nuestra realidad física y mental. Todo lo que uno se imagina sucede. ¿Por qué? La imaginación es el espejo del alma, pero a veces esta misma imaginación desbordada nos puede llevar a una crisis. La palabra crisis, proviene del griego “crisos” que significa “un espacio para discernir”.

Durante o después de una crisis, cada uno de nosotros puede encontrarse a sí mismo. Todo el mundo desde que nace está en constante indagación en torno a descubrir su esencia hasta el momento de morir y trascender a otra dimensión. Por esta razón, no debemos temer a los problemas en la vida, ya que estamos diseñados para resolverlos y una crisis de vez en cuando termina beneficiándonos.

Indudablemente nuestro cerebro continúa siendo en gran parte un misterio y en el futuro las neurociencias determinarán la ruta a seguir, resolviendo las preguntas más increíbles que podamos hacernos.

Por ahora, no hagamos resistencia ni juzgamientos y tampoco nos quejemos exageradamente de las situaciones que la vida nos traiga. Somos dueños de nuestra actitud, ese es nuestro verdadero poder. Al cambiar de actitud, dejarán de afectarnos gran parte de las dificultades cotidianas.

En resumen, no todas las veces la vida se puede mirar como un problema para resolver, sino como un misterio para explorar y una experiencia para gozar. 

Gloria: ¿Podremos descubrir nuestra verdadera esencia en esta vida?

Armando Martí: Gloria, usted no le puede preguntar a un embrión humano cómo va a ser la experiencia cuando nazca. Obligatoriamente el feto tiene que vivir el nacimiento, volverse un hombre y cambiar de dimensión. Cuando desarrolle la capacidad del habla y del lenguaje, podrá contar las experiencias que subyacen en su memoria celular y que bajo el efecto de la regresión hipnótica invitro se pueden explorar.

Sin embargo, cada alma es única con la opción de descubrir su verdadera esencia, la cual está contenida en niveles multidimensionales. Por ejemplo, la muerte no es un fin en sí misma, sino un puente para seguir avanzando y transformando nuestra inconciencia en conciencia plena.

El ser humano durante toda su vida arma un rompecabezas gigantesco y con esto se siente bien, regular o mal física y psicológicamente, pero en el fondo no sabe lo que está armando, sólo intuye que necesita de la fe, la esperanza y el optimismo para continuar construyendo su proyecto de vida hacia el bienestar y el crecimiento interior. Una persona lúcida, comienza a cimentar su existencia de forma coherente, pues es consciente que está edificando su misión y labor en este mundo.

Muchas veces se piensa que al conocer el gurú de moda o leer un libro de autoayuda, se ha encontrado la respuesta a todo, lo cual es imposible. Nosotros somos seres fraccionados, que nos vamos integrando con el fin de descubrir la verdad en cada uno. Vivimos en un proceso de conocernos a nosotros diariamente y cuando menos lo esperamos, ocurrirá el despertar espiritual para vivir plenamente.

Intuyo que Dios se alegra cuando le entregamos nuestra confianza y amor al mostrarnos tal y como somos, sin sentir miedo hacia el “castigo”, porque definitivamente Él no es castigador y por lo tanto le entristece nuestros disfraces.

Por el contrario, Él nos ha dotado del libre albedrío y podemos decir sí o no ante cualquier circunstancia de la vida. Cada decisión nos va a producir dolor o bienestar, pues al optar por una posibilidad, voy a perder la otra.

De allí que debemos aceptar maduramente las consecuencias de cada una de nuestras decisiones que hagamos en la vida, sin culpar a la buena o a la mala suerte ni tampoco al destino ni a ninguna otra persona de nuestras actuales circunstancias, las cuales pueden ser transformadas a través de una conciencia lúcida y sana, cuya base es la responsabilidad personal y social.

Por: Armando Martí

 

Más KienyKe
¡Inscripciones Abiertas! Conozca el paso a paso para postular su trabajo al Premio Nacional de Periodismo Digital Xilópalo.
En medio de la crisis de energía, desde el gobierno nacional se pidió a las termoeléctricas operar a su máxima capacidad.
Desde la Federación de Cafeteros iniciaron a utilizar las vías férreas para movilizar café por el territorio nacional.
Blessd protagoniza una fuerte polémica en estos momentos por supuestamente quitarle la novia a un amigo, esto es lo que se sabe.