La actriz Carla Giraldo es conocida y querida entre los colombianos por su gran talento y su actitud rebelde y descomplicada. El estrellato la encontró a temprana edad y se convirtió en mujer ante la mirada de los televidentes. Este es su cambio.
Carla es hija adoptiva del comerciante Manuel Giraldo y la maquilladora Charo Quintero, quien consiguió un trabajo en la programadora Cenpro y podía estar muy cerca del mundo de la farándula. Desde muy pequeña, Carla fue extra en algunas producciones televisivas.
Su primer protagónico llegó a la tierna edad de doce años: en la recordada telenovela Me llaman Lolita representó a la pequeña Lolita Rengifo, una niña enamorada desde siempre de un hombre mucho mayor.
Me llaman Lolita fue una de las primeras que RCN grabó cuando pasó de ser programadora a canal privado. Carla alcanzó el estrellato y ganó un premio TV y Novelas en la categoría actriz revelación.
Carla obtuvo un papel recurrente como Tatiana Samper, una adolescente que se va de casa y se casa joven, en la serie Francisco el Matemático. Para esa época se fue de casa de sus padres y duró un tiempo viviendo en la Fundación La Luz. Siempre ha aclarado que el motivo no fue una adicción a las drogas, sino que fue el único lugar que la acogió.
Durante un par de años tuvo una relación sentimental con una mujer. Fue el blanco de un gran escándalo por hacer pública su bisexualidad en un país conservador. Cuando terminó la relación, sin embargo, dijo que no volvería a enamorarse de una mujer.
Carla se acostumbró pronto a ser el blanco de controversia. Fue figura recurrente en la revista para hombres SoHo. Tras una de esas apariciones, aceptó el protagónico de una mujer musulmana en la telenovela El clon.
En la década que termina, hizo parte de producciones internacionales como Cumbia Ninja, para la Fox, y Nora, para la cadena venezolana Televen. Durante las grabaciones de esta novela tuvo a su primer hijo, Adrián.
Recientemente ha participado en grandes producciones como Loquito por ti, Las muñecas de la mafia y La ley del corazón. En 2020 pensaba volver a la pantalla grande, pero la pandemia frenó todas las grabaciones.
Hoy en día sigue su relación con el DJ Mauricio Fonnegra, padre de sus dos hijos, y es propietaria de un sitio de café y repostería.