No se trata de jerarquizar, o de establecer prioridades, porque son peras y manzanas. Me refiero a las amistades y las relaciones románticas. Pero cuánto trabajo nos cuesta recordarlo.
Hablar de un caso es particular sería fácil e injusto, porque me ha pasado muchas veces. Desde que mis amigos y yo estamos en el mercado. No importa si es hombre o mujer, muchos han entrado en una relación y se han olvidado del resto del mundo. De repente son absorbidos por una especie de hoyo negro con rayo láser de los ‘Men in Black’: no existe el tiempo ni la memoria. Si te vi no me acuerdo. Eso sí, recíbeme luego cuando esté vuelto/a añicos y soporta mi tusa al menos dos semanas.
Pero hablemos de un caso especial para ilustrar la hipótesis. Como lo dije, hablar de casos es fácil. Y hoy estoy para cosas fáciles.
Pepito, Juanchita, Marujita y yo éramos una unidad feliz. De arriba para abajo en fiestas y lugares divertidos. Regalos de navidad, novenas con gin and tonics, cumpleaños, películas. Fueron tiempos felices. Nos sentíamos en un sit-com gringo. Pero Marujita se cuadró, y en lugar de darle la bienvenida al quinto miembro del parche, despedimos a uno. Marujita entró al hoyo negro de su galán. De repente ella solo parchaba con los amigos de él y nosotros dejamos de existir. Me quedé entonces con Pepito y Juanchita. Pero Pepito y Juanchita se cuadraron, y ante a incomodidad de convertirme en un violín desafinado, dí un paso al costado y me quedé yo solita con mi buena onda.
Insisto, no ha sido ni la primera ni la única vez en la que un amigo/a se cuadra y se pierde. Me pasó con Chechi Pradera y quien es hoy su esposo. Luego de ser las dos contra el mundo, se fue y nunca regresó. Como si no hubiera lugar para los dos. Así también fue con Koala Santamaría, con Marruecos Pérez y con muchos más. Es como si el sexo siempre fuera más poderoso que el bienestar que da una relación fraternal y solidaria. Lo que no entienden es que son dos cosas diferentes. De nuevo, peras y manzanas, y por lo tanto, imposible de jerarquizar.
¿Que si yo no he hecho lo mismo también? Espero que no. He tratado de no hacerlo. Me ha pasado tantas veces que estoy muy consciente del desazón que el abandono produce, por lo que muchas veces he tratado de partirme en dos y de dejarle claro al novio de turno que mi amiga/o estuvo antes que él. Es además un tema de practicidad, en el 90% de los casos mis relaciones románticas se han terminado, y he tenido que volver como el perro arrepentido con el rabo entre las piernas. Entonces mejor mantener la relación viva para que nos sea muy descarado regresar y reclamar consuelo después de haber estado en el hoyo negro por quién sabe cuánto tiempo.
No se si haya sido lo suficientemente clara. Tal vez este mensaje les sirva a tantas personas que todavía tienen amigos y aun están en el mercado, dispuestos a cometer el mismo error. Coca-Cola no mata tinto porque los dos son diferentes: la primera va al pelo con hamburguesa y crispetas o en días cálidos; y el segundo, en mañanas frías y somnolientas, o con brownies y rollos de canela. Guacala un tinto con crispetas (recién me doy cuenta que es una metáfora chabacana perfecta).
Nunca, pero nunca, pongan a competir a una relación romántica con una de amistad. Es ingrato, injusto y todos pierden. El día es suficientemente largo y hay tiempo para los dos.
Este texto fue tomado de la Web Page de Susana y Elvira
Coca-Cola no mata tinto
Vie, 13/09/2013 - 04:00
No se trata de jerarquizar, o de establecer prioridades, porque son peras y manzanas. Me refiero a las amistades y las relaciones románticas. Pero cuánto trabajo nos cuesta recordarlo.
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