Lo que parecer ser un acontecimiento de repercusiones definitivas para este proceso de paz frente a la declaratoria de las Farc y el Gobierno para con la conformación de una Comisión de la Verdad, donde estén involucrados delegados de las partes y otros –al parecer- de la sociedad civil y de la comunidad internacional, que no está definida-, con el propósito de esclarecer la verdad y a los responsables de los 50 años de conflicto colombiano, será otro fracaso más de las permanentes culiprontadas en las que el imaginario de Juan Manuel y sus muchachos tienen con éste juego de Charly - Charly.
En años, la justicia no ha podido esclarecer los crímenes más crueles de la historia; entre masacres, homicidios, crímenes de estado, conformación y apoyo a grupos ilegales y desfalcos, y logrado, es poco lo que se exige de sus autores con sus penas, porque no pagan por sus actos criminales.
El error no está en la viabilidad de la constitución de esa comisión, sino en lo que le antecede, más cuando el Estado por décadas ha fracasado en su política criminal, más cuando las instituciones de justicia se han confabulado con el episodio repetitivo de chantajearse entre ellos, con aspiraciones grotescas de las que el mismo grupo guerrillero exige, más cuando los demás establecimientos, siguen demostrando con empatía, que bien o mal, este país les sigue siendo indiferente, porque igual las cosas son como son: iguales.
Sin embargo, lo curioso es que la Farc insisten en que se organice, pese a que siguen masacrando, secuestrando, tomándose las poblaciones, incorporando menores, volando oleoductos y torres, y aun así continúan dialogando en la Habana. No obstante, la pregunta que asalta es: ¿Cuánto les falta por delinquir a estos terroristas para poder insistir en esta Comisión de la Verdad? ¿A partir de cuándo la Comisión de la Verdad –si se conforma- les va a exigir finalizar sus actos terroristas para verificar la verdad, la justicia y la real reparación? ¿O seguirán con el terror mientras se está instalada la Comisión de la Verdad? Porque si es así, seguimos como van las conversaciones, en terrorismo, en alocuciones, en foros universitarios y en visitas internacionales de delegados de tribunales de justicia.
Sobradas razones tiene la gente cuando no cree en estas citas a ciegas, y por ello empezó a tomar la justicia por su propia mano, aprehendiendo a los delincuentes, linchándolos y hasta el extremo de llegar hasta asesinarlos, porque desconfían del todo el sistema que torpemente concede libertad a estos por no representar peligro alguno para la sociedad.
El cansancio es general, el malestar es evidente frente a al absurdo de los micrófonos de Márquez y De la Calle, cuando el uno dice una cosa y el otro desautoriza lo conversado en cada ciclo. Ya no hay propuesta seria que cuaje, ni posibilidad alguna de luz verde para con éste proceso de paz en beneficio de Colombia, porque ambos no van a entregar a sus auspiciadores criminales.
@JorgePerezSolan
De la comisión de la impunidad
Mié, 10/06/2015 - 05:14
Lo que parecer ser un acontecimiento de repercusiones definitivas para este proceso de paz frente a la declaratoria de las Farc y el Gobierno para con la conformación de una Comisión de la Verda