La dependencia emocional en la pareja puede ser causada por problemas de autoestima. Alguien que se quiere poco a sí mismo pone su valor en el amor que recibe por parte de otra persona, como si necesitara ser salvada por alguien externo. En cierto modo, se pone en el rol de víctima indefensa ante la vida. Conviene recordar que para estar bien junto a otra persona, previamente, es indispensable estar bien con uno mismo, de lo contrario, ante una posible ruptura, la persona puede caer en el vacío existencial más absoluto, en el dramatismo exagerado de perder de vista su propio valor como persona capaz de ser feliz más allá de tener o no a alguien.
Existen metáforas que son totalmente dañinas para un sentido del amor real. Por ejemplo, la idea de que dos personas que se aman de verdad son dos en una, en realidad, rompe con esa individualidad real de una relación en donde dos personas, a pesar de ser pareja, tienen puntos de vista distintos y no siempre quieren lo mismo. La idea de las almas gemelas también lleva a la confusión de creer que una pareja está formada por dos fotocopias humanas que se quieren tanto, que quieren estar siempre juntas y hacer lo mismo. Muchas historias alimentan el mito del príncipe azul que pone a la mujer en la posición de ser salvada o rescatada por un gran amor.
Estos valores, lejos de potenciar la autonomía en la persona, hacen que muchas de ellas se sientan cojas e incompletas emocionalmente por asociar la soledad con el hecho de no tener pareja. La realidad es que alguien puede estar muy acompañado a pesar de no tener una historia de amor. Por ejemplo, al menos un día a la semana, obligarse a llevar a cabo un plan en forma solitaria: una conferencia, ir de compras, tomar un café, dar un paseo… es básico para desarrollar autonomía y aprender a sentirse muy bien en su propia compañía.
La dependencia emocional también puede estar causada por celos. Una joven puede terminar asfixiando a su pareja al no dejar que se relacione con nadie más por pura inseguridad (lo que sucede también a la inversa). En este contexto, conviene recordar que en el seno de una relación, cada uno debe tener su propio espacio para poder cultivar su intimidad y hacer planes con los amigos.
De hecho, cuanto más llena se siente una persona en relación con sus amistades, mucho mejor se siente también en el seno de la pareja. Un amor real es aquel que a modo de entrenador ayuda a ser la mejor versión de sí mismo. Por ello, cuando un amigo propone un plan, y esa idea suena como una pérdida de tiempo, mucho cuidado porque puede ser el camino hacia la reducción de todo el universo de la pareja. Y es un error aferrarse de una forma obsesiva a una persona, porque en la vida las cosas cambian en el momento más inesperado, existen rupturas, amores que se acaban, y entonces, las personas que han tenido dependencia extrema de su pareja se dan cuenta de que están solas porque han dejado de lado al resto del mundo. Amor y amistad son dos entidades compatibles.
Se puede comenzar por decisiones muy sencillas que ayuden a ir ganando seguridad. A su vez, es muy práctico hacer cosas nuevas. El hecho de que otra persona piense diferente o haga algo con lo que no se está de acuerdo, no significa que no haya amor. Simplemente es diferente y tiene derecho a decidir con base en su criterio. En una pareja existen decisiones que se deben tomar de forma conjunta porque afectan a ambos; sin embargo, también existen muchas decisiones que afectan únicamente a nivel individual.
Cabe recordar las reglas del juego en el amor: es imposible amar a alguien con la garantía de que las cosas nunca cambien. Por ello, es bueno no pensar en el futuro y centrarse en el presente, puesto que este instante es lo más importante. Además, el amor sano es aquel que ayuda a la otra persona a crecer.
Jaime Valdivieso C.
#CompromisoHumano
Del amor a la dependencia
Mar, 19/02/2019 - 10:13
La dependencia emocional en la pareja puede ser causada por problemas de autoestima. Alguien que se quiere poco a sí mismo pone su valor en el amor que recibe por parte de otra persona, como si nec