Descubrí a un par de chilenas besándose apasionadamente en una de las escaleras eléctricas del nuevo Costanera Center. El Costanera es el centro comercial de moda, orgullo de los chilenos, quienes se ufanan especialmente de su edificio central, la Gran Torre Santiago, la cual con sus 300 mts. hasta el último de sus 60 pisos, se convierte en el rascacielos más alto de Iberoamérica.
Estaba a punto de escandalizarme cuando vi a las jóvenes apercollarse y besarse tranquilamente, pero noté que a nadie le interesaba el asunto, y las amantes, una vez terminado el recorrido de la escalera, literalmente se despegaron y siguieron su camino tomadas de la mano. El episodio me causó cierta curiosidad, pues pensaba que los chilenos y las chilenas, con su catadura adusta y su aspecto taciturno y esquivo, no eran dados a estas demostraciones públicas, las cuales, querámoslo o no, todavía son motivo de controversias y comentarios.
No me imaginaba que, a pesar de lo raquítica de la legislación chilena en materia de derechos de las parejas del mismo o diferente sexo, sus nacionales, en cambio, estuvieran tan avanzados y culturalmente tuvieran la suficiente apertura mental para entender estos temas sin mucho drama. En Colombia, para no ir muy lejos, recientemente hubo un escándalo nacional y la prensa amarilla, que es casi toda, se dio gusto, arrancándoles el cuero a dos ministras que se le midieron al tema y “frentearon” la situación, incluidos paseos por las playas de Cartagena, regaño a una Representante y todos los demás juguetes.
Los Chilenos todavía soportan algunos rezagos legislativos propios del despotismo de ultraderecha, y en materia de derechos de las parejas, esto si que es evidente. Solo hasta agosto de 2011, el Presidente Piñera presentó el proyecto de ley al Congreso, que permitió reconocer las parejas de hecho, para otorgarles a las no casadas, muchos de los derechos que solo gozaban los matrimonios, tales como: beneficios de herencia, algunos subsidios sociales y beneficios de salud. Por su parte, en abril de 2013, la ahora Presidenta Bachelet, prometió estudiar la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo si salía electa. Ojalá y haciendo honor a su vocación demócrata, cumpla la promesa, para sacar a Chile del deshonroso último lugar en que se encuentra en esta materia y ponerlo a la par de su modernización en otros temas sociales y económicos.
Pero, debo admitirlo, algunas cosas han cambiado en Chile desde hace tres años, cuando empecé a conocerlo. Recuerdo que hasta hace poco cada vez que compraba algo, hacía la operación mental de multiplicar por 4, para saber a cuanto correspondía en pesos colombianos. Hoy la multiplicación es tan solo por 3.3 y se prevé que este factor se siga reduciendo, si las medidas de ajuste propuestas por el gobierno no actúan rápidamente. El descenso de 3 puntos en el crecimiento económico, debido a la pérdida de competitividad de productos chilenos en el exterior, ha incrementado el desempleo y generado pérdida del valor adquisitivo del peso chileno, lo que preocupa a conocedores y profanos. Ya se habla de restricciones a los inmigrantes para trabajar.
Al mejor estilo colombiano, la Presidenta Michelet le ha salido al paso a la situación, anunciando medidas de fondo para reactivar la economía: un presupuesto expansionista para aumentar el gasto público, especialmente en educación y una reforma tributaria como fuente de financiación de los mayores costos educativos. Eso si, los nuevos impuestos saldrán de la reducción de otros gastos públicos, el control de la evasión y el aumento de la imposición a las grandes empresas. Ahí si tenemos que aprenderles.
Chile con todos sus adelantos y su modernidad, sus vinos buenos y baratos, sus chilenos y chilenas con cara de pocos amigos y sus panes recontra duros, sigue siendo un buen sitio para visitar y un buen vividero, que además ha recibido con cariño y solidaridad a miles de colombianos, especialmente nuestros jóvenes profesionales, recién egresados, que lamentablemente han tenido que abandonar el país por falta de oportunidades. Al menos por esto les debemos nuestro agradecimiento.
@rododiazw