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Tal como lo pronosticaron las encuestas, Gustavo Francisco Petro Urrego ganó la Alcaldía Mayor de Bogotá. El antes guerrillero del M-19, estará a cargo del segundo cargo más importante de elección popular del país y tendrá que sacar a Bogotá del caos y los escándalos que caracterizaron al gobierno de Samuel Moreno.
Petro, nacido el 19 de abril de 1960 en Ciénaga de Oro, Córdoba, deberá demostrar que más que criticar (algo que siempre ha hecho desde la oposición), podrá hacer una buena administración y cumplir con las promesas de campaña. El populismo que muchos le atribuyen deberá ser un mito que romper y más que medidas populares que lo mantengan en un buen nivel de popularidad, deberá tomar las decisiones que la ciudad necesita. Su gobierno deberá lograr que el orden administrativo vuelva a la ciudad y que más que discursos bonitos, se vea la mano de un buen gobernante.
Petro, quien antes era militante de un grupo guerrillero pero años después criticó a quienes usan las armas para llegar al poder, el mismo que era fiel miembro del Polo Democrático pero que lo dejó y criticó para lanzar su candidatura, aquella candidatura que en un principio negó querer pero que al final aceptó, parece ser un político que sabe muy bien cuándo cambiar de opinión para lograr sus objetivos.
Será función del nuevo Alcalde no permitir que los corruptos sigan robando a la ciudad y que los fondos públicos terminen en manos de particulares. De manera tan vehemente como denunció el carrusel de la contratación (aunque fue Galán quien primero lo hizo), Petro deberá evitar que hechos tan bochornosos se repitan. Esa labor será de gran importancia sabiendo que el metro (si es que algún día se construye), será una de las inversiones más grandes que haya hecho la nación. Esa plata no se puede perder.
La capital pudo haber elegido a un hombre con experiencia en la administración (Como Enrique Peñalosa), pero decidió jugársela con alguien con un político que siempre se ha caracterizado por sus denuncias y criticas. Por el bien de todos, ojalá esa haya sido la mejor decisión. Lamentablemente parece ser que muchos votaron en contra del candidato del Partido Verde por el apoyo que el ex presidente Uribe y no porque en realidad creyeran que Petro era la mejor opción.
Me atrevería incluso a afirmar que el apoyo de Uribe a Peñalosa y la salida de Mockus del Partido Verde, fueron los factores que permitieron que Petro ganara la Alcaldía de Bogotá. Fue esa actitud poco leal de Mockus la que diluyó la Ola Verde y la que permitió que los votos divididos entre Gina Parody y Peñalosa, le dejaran el camino libre al candidato progresista.
Con Petro serán tres gobiernos consecutivos de izquierda los que habrán gobernado a Bogotá hasta la época. Fueron precisamente los programas sociales los que llevaron a la victoria al ex senador, que enfocó su discurso en la igualdad social. Habrá que ver si tantas promesas (Reapertura del San Juan de Dios, Ampliar la salud preventiva con deporte y nutrición, Construir más viviendas de interés prioritario y Educación superior como un derecho, entre otras) se cumplirán.
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