El arte de comunicarse bien consiste en saber escuchar, ésto lo entendí entre otros temas en el curso de La Fuerza de Comunicar y Dejar Huella que ofreció Publicaciones Semana y El Locutorio. Cuando el estómago de uno suena, el que sabe escuchar, entiende que le está solicitando comida porque apareció el hambre. Los animales emiten diferentes clases de sonidos para atraer o alejar a otros animales. Ellos saben escuchar sus ladridos, aullidos, ululaciones, graznidos, gritos y demás sonidos, es decir, se comunican bien. Esto no solo se encuentra en los seres vivos. Un sonido agudo o uno de bala, acompañado de humo blanco que sale del motor de un carro es una señal de que algo raro le pasa y por lo tanto debe ser llevado con urgencia al taller. Si no se arregla puede tener problemas en el arranque o simplemente no se puede encender. Lo mismo pasa con las puertas de la casa cuando le faltan aceite, el aceite mientras fritan los huevos, el pito de reversa o el timbre de calentado de un horno microondas.
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Hoy en día hay personas que no quieren ver ni escuchar las consecuencias que deja el cambio climático en la naturaleza en la que vivimos. Si estamos en casa y es de día, es normal que una teja se mueva por el efecto que tiene el calor sobre ciertos materiales, no en vano, esto también pasa de noche. El silbido que genera el viento es otro signo que debemos sentirlo pasar sin obstruirlo, dejándolo fluir. Pero hay otros efectos naturales como el ouch! Que decimos cuando nos duele algo, generalmente por el sol que nos quema en la playa o por el tiburón que muerde a un surfista en medio del mar.
No saber escuchar el llamado de cuidar la vida, es un problema que Trump no quiere entender. Después de anunciar que dará un paso al costado del pacto de París, que busca resolver los problemas del cambio climático, el mundo entero se alarma por la falta de apoyo en un asunto que puede afectar al mundo entero. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, mostró su preocupación sobre la salida de Trump, por esta razón, se ideó un eslogan para que el mandatario estadounidense lo escuche y lo entienda, “make our planet great again”, el cual está diseñado especialmente para que Trump se identifique y considere su decisión “Antes que sea tarde” como dice el título del documental de DiCaprio. Porque es evidente que el llanto y el dolor de las víctimas de un tsunami o el daño que dejan las inundaciones o las sequias no las escucha el mandatario del país más poderoso del mundo.
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Para que el mundo entero tome conciencia de la gravedad del asunto, es bueno ver un par de capítulos de El Capitán Planeta, no el de la serie animada, sino el que interpreta el actor estadounidense Don Cheadle en Funny or Die, donde se puede ver a la naturaleza con súper poderes encarnada en un hombre cambiando personas por arboles. Sin embargo, la naturaleza es sabia, como en Avatar, al final, se reconstruirá sola y devastará con todo lo que encuentre a su paso sino cooperamos con su preservación.
