No se han preguntado por qué diantres todos los años que pasan, los villancicos, las luces de colores, las guirnaldas con o sin decoración y por su puesto, las frases de cajón que se ponen en circulación pertinentemente -sobre todo- para sensibilizar un corazón y lograr una venta cualquiera, se hacen sentir más temprano de "lo debido".
Bueno, esta vez creo que ya ha sido el colmo. En los anteriores años se tenía la decencia de dar tiempo suficiente para los arrepentimientos del disfraz de octubre y volcar toda esa energía en arreglar la navidad en las casas y así, ponerla en sincronía con el entorno de los centros comerciales, emisoras, parques y plazoletas, andenes y postes de luz, que se vestían ejemplarmente de navidad.
Encontrarme con la foto de abajo en plena mitad de septiembre es ya un descaro. Y no sólo aquí. Por favor, usuarios de tappsi, cuando se monten a uno de sus servicios seguramente reservados escuchen atentamente a lo que la voz de la tableta dice! Habla de los villancicos...YA!!!
No sé si es que sea una compulsión de los bogotanos con acortar la miserable y aburrida vida cotidiana que no encaja en el momento extraordinario, ritual de la navidad y del año nuevo o, si es la evidencia de algún otro fenómeno social que no puedo entender. Es por esto que me planteo las siguientes opciones:
1. Estamos muy mal, ya, al borde del pesimismo máximo que podría alcanzar una sociedad, y añoramos, cruzamos los dedos por que el año se termine prontico prontico... desde Abril, no falta él o la acelerada y echémonos -a-las-petacas- persona que dice "es que ya se acabó el año". PUES NOOOO! aún no se acaba!.
2. El comercio necesita de electro shocks autoinducidos para que la economía se mantenga viva o se reviva (no conozco los datos del comercio en la ciudad). Se conoce un mito según el cual la instalación del alumbrado navideño realizado por la Alcaldía de Bogotá en alianza con entidades privadas (para publicidad escandalosamente evidente) se hace un mes, un mes y medio antes de iniciar las novenas (haga usted las matemáticas) porque sale más barato... mmm... bueno, no lo sé. Lo cierto es que el comercio, las ganancias y el clásico costo-beneficio económico puede tener un peso en la decisión de adelantar o no los aires decembrinos que inducen a la compra y a la celebración.
3. Cada año los y las almenaqueras (díceses de quienes fabrican los almanaques o calendarios) de la ciudad hacen algo para que los meses que son cubiertos con su diseño con las figuritas navideñas sean más y más grandes, acaparando así los meses posteriores a diciembre con las puntas de los pesebres o la estrella del árbol dibujado. En este 2014 los dibujos navideños invadieron el espacio del mes de Septiembre.
4. Simplemente somos muy ingenuos, ingenuos estilo niños pequeños, quienes creemos con fuerza a falta de decisión, que el mañana será mejor, y mejor que acabe rapidíto esta mala racha para que nos despertemos y sea un nuevo día, un nuevo año, una nueva oportunidad.
No sé cuál es, pero lo cierto es que para unos, la navidad y - más importante- la atmósfera decembrina es una delicia.
La navidad prematura
Mié, 03/09/2014 - 11:10
No se han preguntado por qué diantres todos los años que pasan, los villancicos, las luces de colores, las guirnaldas con o sin decoración y por su puesto, las frases de cajón que se ponen en ci