Los consejos son como las baladas americanas, unas hacen reír y otras llorar pero son americanas, así que primero que todo tradúzcalas no le vaya a dedicar "Take my breath away" a el amor de su vida y este termine asfixiándola o asfixiándolo en un "juego de amor".
Nunca hay que tomar un consejo como la verdad absoluta, jamás un consejo te va a arreglar la vida ni te la va a terminar de arruinar. Empezando, son los más grandes errores etimológicos, las personas quieren decir algo y tú entiendes otra cosa, es ese mortal teléfono roto que podría más que romper un fragmento de comunicación, acabar con cualquier precepto, con cualquier relación, con cualquier virginidad. O no se acuerda, cuando su mejor amigo le dijo “no se case, no sea marica” en realidad lo que quería decir era “cásese, sea hombre” o cuando su amiga le dijo “consígase un novio” se refería a un novio propio, no el novio de otra, pues ahí tienen. Es el simple hecho de poner sobre la mesa una opinión de la situación, vista desde afuera, desde más allá de la habitación que encierra esa mesa. Este tipo de apreciaciones no permite tener la potestad de arreglar la vida de alguien sin haber nacido, crecido o vivido junto esa mesa donde se discute un destino. Es un consejo que tal vez funcione para el consejero porque “a doña Pepita le paso” pero para el aconsejado puede terminar siendo un desastre. No quiero que me mal entiendan y piensen, que tal vez no se pueden pedir consejos y menos dar consejos a alguien, porque si las cosas salen mal, seria culpa del consejero y a pesar de todo, el aconsejado nunca dirá “por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa” ya que el consejo se dio de buena fe, pero la conciencia de los dos sabe que el consejero tuvo algo que ver en ese desastroso final. De hecho en este momento les estoy aconsejando y mi consejo para los que nos creemos consejeros es ponernos en los zapatos del otro, dejar esa indiferencia ante los demás y no ser obstinados al hacer una apreciación, un consejo nunca tiene un discurso de sustentación, la idea no es convencer al otro de hacer lo que le decimos, la idea es ampliar su visión, sacarlo de esa mesa de discusión y mostrarle que hay más versiones fuera de la habitación.
Y mi consejo para los aconsejados es no coman entero, es verdad que los consejeros queremos lo mejor para ustedes pero adapten el consejo a su realidad, uno a veces les dice “mire, dígale esto, esto y esto” y van y se lo dicen tal cual, ¡no joda! Es verdad que cuando uno pide un consejo, es porque no sabe qué hacer o está confundido pero tampoco para hacer lo primero que le dicen sin pensar, sin hacer ese “cover” de la versión original que le sirva para ambientar la mesa de discusión. Ahora, es una buena opción tener varios consejeros y articular sus versiones, haga el “remix” y vera que así se disfruta más la cena, ese repertorio “crosover” le permitirá tener más herramientas a la hora de “azotar baldosa” o sea de enfrentar su problema.
Y si le hace falta algo para completar la fiesta, métale licor pero recuerde, como dijo Benjamin Franklin “Toma consejo en el vino, pero decide después con agua.”, y esta frase del legendario rostro de cien dólares, tómela tal cual, tómese sus vinitos, pero rebájelos después con agua, porque si se pasa de copas no hay consejo que valga.
