La violencia emanada de las caricaturizaciones y ridiculizaciones de imágenes, efigies y personajes de índole religiosa que se ha suscitado en éstos últimos días, se puede interpretar de muchas maneras, pero lo que sí es cierto es que debemos aprender a tolerar, respetar y aceptar las creencias de los demás y aprender a convivir con ellas, por supuesto mientras no nos dañen. La privacidad del prójimo llega hasta donde empieza la del vecino que está al lado, ello es un hecho inexorable y de estricto cumplimiento para el mundo entero mientras tengamos que compartir el planeta que nos pertenece a todos. Otro hecho que tiene importancia relevante en éstas circunstancias de orden público, políticas y religiosas, es que la influencia de los medios de comunicación, sea ésta mala o buena, es precisa y determinante. Aunque claro está, definitivamente debería encarrilarse el objetivo del periodista y los medios, en influir ojalá de manera conciliadora y positiva siempre, en lo posible. Mientras siga habiendo intereses ocultos y particulares en detrimento de la gran mayoría de los pueblos y estados del mundo y tan sólo en beneficio egoísta de pocas personas y/o comunidades, es difícil y complejo sacar adelante diálogos y conversaciones que conduzcan a la armonía, la paz y terminación de todos los medios violentos ejecutados en la faz de la tierra. No está de más propender por el diálogo interreligioso entre todas las comunidades teológicas existentes en el mundo y ¿por qué no?, aprender acerca de la cultura, la idiosincrasia y las tradiciones de las personas que nos rodean, para así sostener acercamientos con mayor confianza y conocimiento de los temas pertinentes, desenmascarando los estigmas, derribando paradigmas y construyendo una imagen del prójimo a la luz de la verdad y el entendimiento, desalojando toda posibilidad de concebir temores por lo oculto y lo que se desconoce, actitud y conducta muy común y natural en la reacción del ser humano en dichos casos. Hay hechos de éxito ostensible en cuanto a lo que propongo en éste artículo y es el caso de una escuela en Alemania donde los niños pertenecientes a las tan diversas comunidades religiosas existentes en el país teutón, estudian juntos y se empoderan de su cultura y religión aprendiendo sus pilares teológicos y conociendo en el diario vivir escolar al compañero o compañera de color de piel y tradición religiosa diferente, es decir, en un mismo salón estudian niños Judíos, Musulmanes y Cristianos y cada uno recibe su cátedra de acuerdo a su credo, pero en conjunto se les imparte la virtud y las cualidades de la diferencia.
[caption id="attachment_246498" align="alignleft" width="300" caption="Islam proviene del término Arabe Salam que significa Paz y SumisionIslam proviene del término Arabe Salam que significa Paz y Sumision"]
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