En este apacible rincón de la sufrida de Colombia, se ha erigido un Bello Parque Nacional Natural con las siguientes características: según información suministrada por el portal El Golfo Buceo:
La reserva natural Sanguaré es un área protegida de carácter privado, perteneciente al sistema nacional de áreas protegidas SINAP, declarada por el ministerio del medio ambiente bajo el decreto 0212 de agosto 22 de 2002 y perteneciente a la red de reservas de la sociedad civil; está dedicada al turismo sostenible que es prestado por El Golfo Buceo & Verano, a la investigación en ciencias básicas, a la recuperación de ecosistemas degradados, al trabajo con las comunidades locales, a la educación ambiental, a la ganadería sostenible y al aprovechamiento del recurso forestal no maderable…. “Bosque seco Tropical, en el mundo sólo sobreviven el 1% de los bosques de este tipo”.
Entre los servicios ambientales que puede ofrecer se encuentra la protección de los mayores acuíferos y zonas de agua del golfo, así como la conservación de la diversidad biológica y recursos naturales renovables. Mejor dicho, Morrosquillo o Sanguaré se ha convertido en un mundo maravillosamente perdido en medio del caos entre Bolivar y Sucre.
Quizás, la mayor característica de esta zona consiste en la protección de corales de profundidad, algo que en el mundo casi no se ha trabajado, debido al afán industrial y también a la indiferencia de la gente, que solo mira al mar para hacer fiestas en la playa, dejando basura por ahí. De ahí a que el nombre de dicha Reserva Natural sea precisamente “Corales de Profundidad”, porque ha proporcionado estas especies a lugares donde solo llegan los submarinos, bien sea de la armada o de los ilegales donde llevan cierta mercancía hacia Estados Unidos y Europa.
Su extensión es de 142.000 hectáreas, las cuales en el papel se encuentran libres de cualquier trabajo minero – energético (ojalá se cumpla en la práctica), y que a diferencia de Corales del Rosario, no se convertiría en el lugar preferido para que la alta sociedad escupiera su desprecio por toda fauna y flora existente. Este proyecto estuvo a punto de desaparecer en medio de leguleyadas, pero gracias a la perseverancias de unos cuantos funcionarios del Ministerio del Medio Ambiente y la Unidad de Parques Nacionales, logró salir avante y convertirse en la primera área submarina colombiana protegida.
Frente a lo anterior, el Capitán Francisco Arias, afirmó en días pasados “La presencia de los ecosistemas marinos en las zonas protegidas es apenas del 1%. La declaratoria es un éxito porque permitirá conservar estos ecosistemas, claves para la prestación de servicios ambientales”. Su número en el listado de Parques Nacionales Naturales es el 57, pues varios factores que pueden afectar su funcionamiento que colindan con sus fronteras, como si fuesen hienas merodeando su presa ya muerta:
Empezando por el Petróleo. Viviana Londoño en El Espectador lo denunció en días pasados: “Un bloque petrolero, identificado como Fuerte Norte y adjudicado en 2006 por la Agencia Nacional de Hidrocarburos a la alianza Ecopetrol - BHP Billiton, se superponía a la zona protegida. Aunque a través de un concepto previo no vinculante, el Ministerio de Minas advirtió a Parques Nacionales sobre el bloque, finalmente la prioridad fue la protección de la zona”. No deja de ser mucha coincidencia que esta adjudicación se dio durante el reinado de la Seguridad Democrática, cuando el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible eran asuntos de quinta categoría, no se tenían en cuenta para nada, trayendo efectos imperdonables. Pero lo más triste de este caso, es que el actual gobierno (¿señal de agradecimiento con el anterior?) parece que está tentado a imponer la Locomotora Minero – Energética por allá sin tener en cuenta las maravillas de esta reserva bajo el agua. Ah, y sin olvidar que BHP Billiton es la misma multinacional que se ha encargado de hacer ochas y panochas antiambientales en Cerromatoso. ¿Qué dirá en medio de su soberbia ejecutiva Don Ricardo Escobar, directivo?
Otro aspecto muy grave (como lo afirma Alfredo Molano) es la presencia de grupos armados al margen de la ley. En esta zona existe un predominio peligroso de los Urabeños y Rastrojos, quienes pelean a muerte el dominio total, sin importar la suerte de la población civil, y todo esto, gracias al silencio de las autoridades correspondientes, tanto a nivel nacional como regional. Y sumándole que las guerrillas de las Farc y Eln también dicen presente con un comportamiento similar. La principal consecuencia de todo esto es el desmedido aumento de homicidios y masacres.
Lo que se puede hacer, es unir a colombianas y colombianos, para valorar esta belleza natural, hacerla respetar, sobre todo, con las pretensiones de cierto país centroamericano y antiambiental de ampliar su plataforma continental casi cerca.
Frente a lo anterior, el Capitán Francisco Arias, afirmó en días pasados “La presencia de los ecosistemas marinos en las zonas protegidas es apenas del 1%. La declaratoria es un éxito porque permitirá conservar estos ecosistemas, claves para la prestación de servicios ambientales”. Su número en el listado de Parques Nacionales Naturales es el 57, pues varios factores que pueden afectar su funcionamiento que colindan con sus fronteras, como si fuesen hienas merodeando su presa ya muerta:
Empezando por el Petróleo. Viviana Londoño en El Espectador lo denunció en días pasados: “Un bloque petrolero, identificado como Fuerte Norte y adjudicado en 2006 por la Agencia Nacional de Hidrocarburos a la alianza Ecopetrol - BHP Billiton, se superponía a la zona protegida. Aunque a través de un concepto previo no vinculante, el Ministerio de Minas advirtió a Parques Nacionales sobre el bloque, finalmente la prioridad fue la protección de la zona”. No deja de ser mucha coincidencia que esta adjudicación se dio durante el reinado de la Seguridad Democrática, cuando el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible eran asuntos de quinta categoría, no se tenían en cuenta para nada, trayendo efectos imperdonables. Pero lo más triste de este caso, es que el actual gobierno (¿señal de agradecimiento con el anterior?) parece que está tentado a imponer la Locomotora Minero – Energética por allá sin tener en cuenta las maravillas de esta reserva bajo el agua. Ah, y sin olvidar que BHP Billiton es la misma multinacional que se ha encargado de hacer ochas y panochas antiambientales en Cerromatoso. ¿Qué dirá en medio de su soberbia ejecutiva Don Ricardo Escobar, directivo?
Otro aspecto muy grave (como lo afirma Alfredo Molano) es la presencia de grupos armados al margen de la ley. En esta zona existe un predominio peligroso de los Urabeños y Rastrojos, quienes pelean a muerte el dominio total, sin importar la suerte de la población civil, y todo esto, gracias al silencio de las autoridades correspondientes, tanto a nivel nacional como regional. Y sumándole que las guerrillas de las Farc y Eln también dicen presente con un comportamiento similar. La principal consecuencia de todo esto es el desmedido aumento de homicidios y masacres.
Lo que se puede hacer, es unir a colombianas y colombianos, para valorar esta belleza natural, hacerla respetar, sobre todo, con las pretensiones de cierto país centroamericano y antiambiental de ampliar su plataforma continental casi cerca.
