POLÍTICA EXTERIOR: MÁS DE LO MISMO, EMBAJADORES DE CLUB.

Mié, 25/07/2012 - 07:18
Corren rumores de una presunta crisis ministerial, que buscaría cambios en el gabinete con miras a lograr “mayor” oxigeno político. Esto más allá de la coyuntura actual, es una vieja herramien
Corren rumores de una presunta crisis ministerial, que buscaría cambios en el gabinete con miras a lograr “mayor” oxigeno político. Esto más allá de la coyuntura actual, es una vieja herramienta utilizada por casi todos los gobernantes - menos Uribe -, tendiente a que en la mitad de su periodo se renueven las caras, se amplíe la participación, y se de un vuelco en las relaciones políticas. En este sentido, los medios han insistido en la posible remoción de María Ángela Holguín de su cargo como Ministra de Relaciones Exteriores, sin embargo, más allá de su gestión, la decisión atañe única y exclusivamente al Presidente de la República, quién, para este caso, no es solo el jefe de los ministros, sino que es quién define la política exterior de Colombia. Respecto a la política exterior actual debemos analizarla con la seriedad del caso, y en este sentido, así como las desatinadas declaraciones de la Canciller hacen daño, también lo hacen los extraños movimientos diplomáticos definidos por el ejecutivo. El nombramiento de embajadores con ninguna o mínima experiencia en asuntos internacionales, y provenientes en su mayoría de firmas de abogados, le hace un flaco favor al presunto posicionamiento que busca Colombia en la comunidad internacional. Existen varios casos, la designación de empresarios, amigos de club y largos conocidos, no es nada diferente a la designación de caballistas, finqueros y políticos enredados que hacía el anterior gobierno, con la diferencia de que los actuales provienen de la capital, y seguramente tienen un nivel social y económico mejor. Sin embargo, gran sorpresa ha causado la renuncia de Gabriel Silva Lujan (quién no ha brillado en sus gestiones anteriores), y la designación del abogado Carlos Urrutia como Embajador en Washington. Es una sorpresa, digo, pues el doctor Urrutia es un reconocido abogado de firma, cuyos negocios giran entorno al derecho privado, y no creo sinceramente que el hecho de hablar inglés, haber cursado algunos semestres en una universidad estadounidense, y asesorar transnacionales, sean cartas suficientes para manejar una de las misiones diplomáticas más importantes para Colombia. Tristemente lo que estamos viviendo es más de lo mismo, lo que sucede es que a diferencia de Uribe - cuyos embajadores terminaban capturados o expulsados -, los actuales son personajes del jet set, o se dedicaban a actividades económicas exitosas muy alejadas de las relaciones internacionales, la diplomacia y el derecho internacional. Es una lástima que sigamos en esta negación total, y que desaprovechemos el buen momento que tiene América Latina para replantear sus relaciones internacionales, en especial Colombia, que padeció unas relaciones internacionales fundamentadas en la “securitización”, y cuya Cancillería fue por ocho años el Ministerio de Defensa Nacional. La tan anhelada profesionalización del servicio exterior, así como el fortalecimiento de la agenda internacional y la implantación de la meritocracia, no han dejado de ser saludos a la bandera, que se ven opacados por la realidad de los hechos. En todos los países se nombran amigos, lo que sucede es que cuando la pirámide se invierte, y son más los amigos que los técnicos, nos termina pasando lo de siempre con nuestra empírica diplomacia, que es tener ilustres desconocidos que se van a hacer vida social y negocios, y unas embajadas alejadas de la realidad que se convierten en verdaderas ruedas sueltas que no rinden cuentas a la Cancillería. Ojala estos dos años sirvan para corregir este rumbo, aunque tristemente la designación de Carlos Urrutia no solo es más de lo mismo, sino que es una bofetada para la política exterior, las relaciones simétricas o sensatas, y el buen gobierno que tanto predicamos. P.D. ¿Que habrá pasado con la investigación de los presuntos nexos de la ex cónsul de Colombia en los Países bajos – que es de carrera y era presidenta de la asociación diplomática y consular de Colombia - y su esposo, con los carteles mexicanos de la droga? @andresbarretog
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