Comentarios de diferentes amigos y personas allegadas a la Personería y Contraloría de Bogotá, me sembraron la duda sobre la honestidad en el actuar de estas dos entidades de control en la ciudad de Bogotá, de igual forma creo que con el solo hecho de ser elegidos, tanto Personero como Contralor, por el Concejo de Bogotá, dónde están tantos investigados por participar en el Carrusel de la Contratación, no es el mejor antecedente.
No me gusta lanzar juicios sin justificación alguna, siempre me he caracterizado por decirlas con argumentos, y para esto me atreví a solicitar, al señor Ricardo Cañón personero de Bogotá, y al señor Diego Ardila contralor de Bogotá, me informaran el nombre de las personas y entidades con las que habían contratado desde el momento de su elección hasta el momento, de igual forma solicite el nombre de personeros y contralores delegados; y claro, los nombramientos de directivos que han hecho en su período.
La información la solicite haciendo uso de mi derecho a realizarla de forma respetuosa, amparado en el artículo 23 de la Constitución Política de Colombia. La radique en las dos entidades, aclarando minuciosamente que y cuál era la información que solicitaba; espere los días previstos para recibir la respuesta a estos Derechos de Petición, los quince días respectivos.
Al cumplir este período radicaron en la portería de mi edificio, porque para ser más clara la petición y ver que no era de forma soterrada o con intereses oscuros ofrecí la dirección de mi residencia para que me allegaran la respuesta, lo que esperaba fuera una información honesta y transparente a la altura de las dos entidades que vigilan de forma minuciosa los actuares a diario de la Alcaldía de Bogotá y su alcalde Gustavo Petro.
Pero desgraciadamente al recibir la respuesta de las dos entidades, me encontre con un velo sobre la información solicitada, en ambas cartas de respuesta a mi respetuosa solicitud ambas instituciones se ampararon en el artículo 16 de la Ley 1427 de 2011, para distraer jurídicamente una solicitud clara y transparente, ofreciendo argumentos débiles, falaces y que desgastan a cualquier ciudadano, ofreciendo generosamente diez días al peticionario para radicar nuevamente el Derecho de Petición aclarando lo que para todo el mundo está claro, menos para las mentes de aquellos que quieren tapar el sol un dedo.
Es muy triste que unas entidades que SUPUESTAMENTE defienden al ciudadano y velan por las inversiones sociales, y por los menos favorecidos; se oculten en figuras leguleyas para no entregar una información, que a mi parecer, debería estar publicada en la página de estas dos entidades.
Debo confesar, en honor a la verdad, que esperaba juegos sucios de estas dos entidades, pues lo que cuentan que hacen en estas dos entidades de SUPUESTO control, son acciones no muy santas, pero guardaba la esperanza que mantuvieran un pequeño rayo de honestidad y ética; pero efectivamente de estas dos entidades ningún bogotano puede esperar nada.
Me gustaría saber cuáles concejales y cómo se han beneficiado, al elegir a este par de señores que hasta el momento han demostrado que son productos de unos acuerdos clientelistas.
Radicare nuevamente los Derechos de Petición en estas dos entidades de control, sé que efectivamente utilizaran otras argucias para no entregar la información solicitada, tanto Ardila como Cañón saben que tienen entre manos.
@gabobenavidesb
gabobenavidesb@gmail.com