Hacia el cielo de lo desconocido
van enfilándose los buenos deseos
los lamentos las canciones
y las lágrimas secas
en busca de ciertas almas -más que de otras-
Almas de soledades involuntarias
de melancolías abiertas viscerales
y alegrías virulentas auténticas
que se jugaron el todo por la nada
Almas como la de Édgar Bejarano
Uno de esos amigos de referencia
que se fue despidiendo sin atenciones
enseñándonos la durísima lección
de compartir y compartirse
sin orgullo y sin pretensiones
No sé si decirle adiós hasta pronto
hasta nunca o hasta siempre
En medio de nuestra prolongada locura
jamás tocamos el tema de la muerte
por más que la retamos tantas veces
Por instinto sé a quién irá a extrañar
a la espera de ser recordado y apreciado
Tengo la certeza de su negación al rencor
de su pasión por la música el baile
y su devoción por la montaña
Acomodándose en los surcos estériles
del infructífero arrepentimiendo
los que quedamos nos justificamos
abanderados por la existencia
y el camino que queda -y que no es camino-
No sin amigos
Rantés Gualdrón
Se nos fue Edguitar
Mié, 12/02/2014 - 09:44
Hacia el cielo de lo desconocido
van enfilándose los buenos deseos
los lamentos las canciones
y las lágrimas secas
en busca de ciertas almas -más que de otras-
Almas de soledades involuntar
van enfilándose los buenos deseos
los lamentos las canciones
y las lágrimas secas
en busca de ciertas almas -más que de otras-
Almas de soledades involuntar