A propósito de la famosa encuesta que se adelanta desde el 30 de marzo de este año para elegir al candidato(a) a la alcaldía de Bogotá por el partido Alianza Verde, me propuse escribir el presente artículo. Los candidatos son: Claudia López y Antonio Navarro quienes son opcionados a ser avalados por este partido, que escogió una encuesta aleatoria como mecanismo para escoger la candidatura. Esta encuesta terminará el 7 de abril, conociéndose los resultados el próximo miércoles 10 de abril.
Me gustaría mucho que me encuestarán, y si así fuera votaría por Antonio Navarro. No es un voto fácil, ya que Claudia representa la tenacidad de la mujer moderna: no tiene miedo de mostrar su condición sexual, no teme denunciar a los políticos corruptos que tanto daño le han hecho a este país, hizo un trabajo parlamentario admirable. Es una mujer que no teme dar la cara a la ciudadanía, en las calles, para promover su nombre en los escenarios políticos; y además tiene una preparación intelectual admirable.
¡Admiro a Claudia! Sin embargo, creo que Bogotá necesita la experiencia de un hombre como Antonio Navarro, que pueda hacer realidad los anhelados proyectos que necesita Bogotá para superar la larga crisis que ha tenido en temas como movilidad, seguridad, contaminación y por supuesto para facilitar el acceso a la educación superior, falla notable de las anteriores administraciones.
Con respecto al tema de la experiencia, Navarro la tiene toda:
Fue gobernador de Nariño y alcalde de Pasto, tiempo en el que implementó los presupuestos participativos, logrando empoderar a las comunidades frente al uso de los recursos que a ellos están destinados. Además puso en marcha un programa financiado por la Unión Europea, de alrededor de 7 millones de euros para la Sustitución de Cultivos Ilícitos sin fumigación, mejorando las condiciones de vida de los pobladores, ya que la fumigación tenía consecuencias nefastas en su salud.
Como ministro de Salud, destapó escándalos como el de la compra de medicamentos por encima de su valor comercial (hasta cien veces), en el Instituto Colombiano de Seguro Social en el departamento del Atlántico, empezando a hacer públicos los informes, demostrando que es posible desde el Estado combatir la corrupción.
Como representante a la Cámara por Bogotá hizo la “Ley de Desplazamiento Forzado”, siendo el primer paso en la defensa de las víctimas en Colombia. Como Senador planteó formas alternativas de impuestos, como por ejemplo no devolver el IVA a quien exportara materia prima sin transformar, esto porque en ocasiones es más alto el valor del IVA devuelto que lo que paga una empresa por impuestos.
Adicional a todo lo anterior, Navarro fue catalogado como el mejor alcalde del país (1998) y mejor congresista del país (2002), sin olvidar que lideró la Asamblea Nacional Constituyente, que rompió con 141 años ininterrumpidos de bipartidismo.
Sin lugar a dudas, por todo lo expuesto anteriormente, votaría por Navarro, porque quiero toda esa experiencia acumulada al servicio de Bogotá que tanto lo necesita.
@JulianEsBogota
