La Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) es un evento tanto para las personas que les gusta leer y como para las que no. A pesar de que Colombia es uno de los países con el índice de lectura bastante bajo, donde se lee entre 1,9 y 2,2 libros por año, vemos con más frecuencia a personas agachando la cabeza para leer lo que ven en el celular.
La gente lee, pero no leen libros de papel. Las personas mientras chatean, leen los comentarios de Facebook, de Twitter o de Instagram, interpretan mentalmente lo que están viendo y lo decodifican, ya sea un meme, una foto o una noticia.
Esta feria además de conservar las charlas tradicionales de escritores bestseller y de personajes ganadores de premios nobel, tuvo en cuenta a una figura que surgió el año pasado luego de que German Garmendia hubiera colapsado, como si fuera un concierto de rock, Corferias.
Los booktuber son jóvenes que al igual que los youtubers, se graban frente a una cámara y empiezan a hablar de diferentes autores, sagas, cuentos, novelas, editoriales y personajes que puedan estar dentro del contenido de un libro, lo que los hace interesantes durante la feria es que tienen autoridad para sugerir u orientar lecturas.
Esto no solo sirve como una propuesta de marketing en tiempos donde se dice que el papel va a desaparecer, sino para que todos compartamos una opinión de lo que leemos. No importa que no sean libros, pueden ser viajes, comida, amigos o simples experiencias. Porque al final un booktuber habla del sentimiento que le generó el libro que leyó para poder recomendarlo. Y ahora todos somos potenciales creadores de nuestra propias historias, no importa que surja desde una tragedia, un romance o un encuentro espiritual, por ejemplo, Actualidad Panamericana, un portal donde la ficción es narrada con humor, publicó una noticia sobre Daneidy Barrera, más conocida como "Epa Colombia" donde sacaría su primer libro para la feria. En la nota afirman del libro que “es toda una nueva apuesta pensando en el segmento de los nuevos lectores no lectores. Es decir, de aquellos jóvenes sobre todo, que compran libros con finalidades muy diversas, pero entre las que no se encuentra, definitivamente, el leerlo” lo cual es totalmente cierto.
En esta feria hay espacio hasta para los que están equivocados, como "Timochenko, el último guerrillero", un libro que por su titulo da a entender que maneja un discurso epidíctico, limitado, disponible para los cabecillas que estuvieron caminando por ahí.
