Sean estos los anhelos cívicos de integridad para el año que llega.
Que la Corte Suprema de Justicia continúe con la firmeza que le ha caracterizado
Que la Corte Suprema de Justicia continúe con la firmeza que le ha caracterizado
Sean estos los anhelos cívicos de integridad para el año que llega.
- Que la Corte Suprema de Justicia continúe con la firmeza que le ha caracterizado y con igual carácter desempantane todas y cada una de las investigaciones sobre parapolítica pendientes.
- Que los órganos de control y la propia Fiscalía se abstengan de hacer “mandados políticos” y cumplan finalmente con su gestión.
- Que se implemente, después de 15 años de creada, la pomposa Comisión Ciudadana de Moralización, y se integre la Comisión Nacional Anticorrupción es decir, que al fin la lucha contra la corrupción comience por donde ha debido comenzar, una estrategia conjunta entre sociedad civil y Estado.
- Que no se dilapiden más los recursos de la lucha contra la corrupción, y que estos no se queden en manos de organizaciones con poco arrastre social y escasos resultados.
- Que el Fondo de Participación Ciudadana del Ministerio del Interior se dedique a promover la participación ciudadana, y que el programa de protección del Ministerio del Interior proteja no sólo a los corruptos sino a los líderes sociales anticorrupción. Que finalmente se cumpla el punto 44 de la primera agenda de Uribe, y la promesa de los últimos alcaldes de Bogotá, sobre promover el control social y las Veedurías Ciudadanas.
- Que esta promoción y apoyo a las Veedurías no se realice más a favor de una clientela burocrática y amigos políticos, sino por la trayectoria reconocida de los veedores que lo entregan todo con el decidido compromiso social.
- Que María del Pilar Hurtado renuncie al asilo en Panamá, regrese a Colombia, haga uso del principio de oportunidad y denuncie a cuanto servidor público estuvo involucrado en las ‘chuzadas’ y seguimientos que heredó y multiplicó.
- Que finalmente se produzcan todas las sanciones por lo de la Yidispolítica, y se aclaren y establezcan las responsabilidades por los casos de los ‘falsos positivos’, Agro Ingreso Seguro y la Dirección Nacional de Estupefacientes.
- Que la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes se ‘acuerde’ que existe un proceso de responsabilidad disciplinaria y otro de responsabilidad POLÍTICA respecto del anterior gobierno.
- Que Samuel e Iván Moreno se arrepientan, delaten a sus presuntos socios de los carteles de la contratación y devuelvan las comisiones que unos y otros habrían recibido de cuenta del erario público, claro, con sus consiguientes sanciones.
- Que el Programa Presidencial de Lucha contra la Corrupción combata la verdadera corrupción enquistada en los propios gobiernos. No más pañitos de agua tibia.
- Que los ciudadanos se empoderen apropiándose de la ley 850, Estatutaria de Veedurías Ciudadanas, a fin de que podamos pasar de la letra muerta a la inclusión social abierta en materia anticorrupción.