El pasado 28 de agosto fue celebrado el día del Adulto Mayor en Colombia, una conmemoración importante, porque esta población en nuestro país y en el mundo, ha aumentado considerablemente y debe ser tenida en cuenta, con el fin de brindarle apoyo con acciones tendientes a ofrecerles una calidad de vida apropiada a sus necesidades, pero, sobre todo, reconocerles su aporte en la construcción de familia y al crecimiento de la sociedad.
Es importante describir a esta población, como un conglomerado de personas que necesitan ser atendidas según sus necesidades, garantizándoles amor, comprensión, tolerancia, respeto y apoyo necesario para mejorar su calidad de vida.
Preocupan las situaciones adversas a las cuales se enfrentan los adultos mayores; la soledad, falta de atención y abandono, son problemáticas que viven a diario en nuestro país. Según el Estudio Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE) antes del año 2021, en Colombia habrá una persona mayor de 60 años por cada dos adolescentes, con unas condiciones para atenderlos de manera integral totalmente deficitarias.
El problema inicial, es que existe una fragilidad en el apoyo y el acompañamiento que las familias brindan a sus mayores, lo que se agudiza ante la presencia de enfermedades mentales, neurológicas o físicas, que los tornan dependientes. Lo grave es que todo esto llega fácilmente al maltrato, una tendencia inquietante porque en muchos casos, termina en abandono. El aumento de las hospitalizaciones de adultos mayores sin acompañantes en los establecimientos médicos son prueba de ello, y se convierten en una estadística simple, sin soluciones determinadas en políticas estructurales a largo plazo.
Teniendo en cuenta estas problemáticas, la legislación colombiana establece dos leyes con el fin de beneficiar a esta población: la Ley 1171 en el año 2007, por medio de la cual, se establecen unos beneficios a las personas adultas mayores, para garantizar sus derechos a la educación, a la recreación, a la salud y propiciar un mejoramiento en sus condiciones generales y la Ley 1850 del 2017, por medio de la cual se establecen medidas de protección al adulto mayor en Colombia; se penaliza el maltrato intrafamiliar por abandono y se dictan otras disposiciones. No se puede desconocer la importancia de estas leyes, pero lastimosamente se quedan cortas, ante las necesidades de las personas mayores.
Por esto, desde el cabildo distrital, he manifestado reiteradamente que de los más de 1.300.000 personas mayores de 65 años en Bogotá -de acuerdo a la línea base de la Secretaría Distrital de Integración- el 30 % requieren atención especial y eficaz ya que el 10 % puede estar en condiciones de mendicidad, de los cuales por lo menos el 25 % tiene problemas mentales, 25 % se encuentra en condición de pobreza, el 12 % viven solos , el 18 % tiene al menos una limitación permanente y el 66 % alguna enfermedad crónica , por tanto es importante prender las alarmas en búsqueda de soluciones de fondo.
En la discusión del actual Plan de Desarrollo Distrital “Bogotá Mejor Para Todos”, se logró un incremento a la retención de 0.5 a 2 puntos, por concepto de estampilla para el bienestar del adulto mayor, el cual se viene descontando al momento del pago anticipado en los contratos y adiciones que se suscriben con el Distrito, lo que ha significado un aumento del 300 % de las fuentes asignadas en esta administración para este fin, que representa un avance importante en los recursos dirigidos a esta política social.
Como Concejal de Bogotá, tengo un profundo compromiso y una gran responsabilidad con nuestros adultos mayores, pienso que si nos preocupamos por sacar adelante institutos para diferentes y variados objetivos, con mucha más razón debe darse la oportunidad de crear un Instituto para El Adulto Mayor y el Envejecimiento, con políticas que den solución a su grave problemática, que tenga la capacidad suficiente para resolver la situación dramática que viven, que mejore su calidad de vida y reduzca -por qué no- la discriminación social por su condición de adultez.
Tenemos un compromiso con nuestros “abuelos” que debe servir como ejemplo y punta de lanza para el país, no podemos permitir que esta población siga olvidada, y está en nuestras manos dar un giro de 180 grados, desde nuestros hogares, nuestras familias, desde los colegios, con nuestro comportamiento en la calle, en todas las interacciones sociales; debemos ser ejemplo de tolerancia, deferencia y respeto.
Bogotá está envejeciendo; tan rápidamente, que en dos décadas habrá una persona mayor de 60 años por cada joven menor de 15 años de edad. Los cálculos del Departamento Nacional de Estadística (DANE) indican que mientras la población general de la ciudad crece al 3,2 % anual, la de adultos mayores presenta un incremento de 5,2 % al año, por esto reitero mi compromiso en la creación del Instituto para El Adulto Mayor y el Envejecimiento, es una medida urgente que la administración distrital deberá adoptar.
Adultos mayores; indiferencia y abandono
Jue, 06/09/2018 - 11:43
El pasado 28 de agosto fue celebrado el día del Adulto Mayor en Colombia, una conmemoración importante, porque esta población en nuestro país y en el mundo, ha aumentado considerablemente y debe s