Campanazo a Superman

Publicado por: admin el Sáb, 09/11/2019 - 11:17
El día a día, las redes sociales, el trabajo, el trancón, el dinero y la rutina familiar nos alejan de lo verdaderamente importante.

Ahora bien, ¿qué es lo realmente importante?. Muchos hablan
El día a día, las redes sociales, el trabajo, el trancón, el dinero y la rutina familiar nos alejan de lo verdaderamente importante. Ahora bien, ¿qué es lo realmente importante?. Muchos hablan del dinero, la familia, el sexo, el éxito y en el mejor de los casos, un buen viaje al año. Como vemos todo es relativo; lo realmente importante puede decantarse en la salud, cuando se quiere disfrutar de la vida y sus estadios. Es entonces la vida, una aproximación interesante a lo verdaderamente importante. La vida puede definirse en un suspiro de luz, que vuela en las noches y aterriza en los amaneceres, para irradiar de energía a cada Ser que alumbra. Y es entonces, la vida y la salud de la luz un matrimonio hermoso de armonía; ésto es en pocas palabras, una definición metafísica de lo realmente importante. Despertar es el reto, para ver la luz brillar; despertemos de la rutina. Tomar de la mano a nuestra pareja y expresarle el amor, los miedos y los sueños por cumplir, invitemos a los amigos a una cascada de risas y recuerdos, disfrutemos del silencio de los pájaros y del bullicio de la soledad. Caminemos descalzos en la tierra, saltemos de miedo, aventurémonos con casco a la locura. Digámosle a las personas que apreciamos que no todo es importante, pero hagámoslos sentir importantes. Miremos al cielo con mirada larga y profunda para despertar los sueños de la niñez. El pasado recordémoslo para no regresar a él, el futuro enfrentémoslo con ansiedad loca de vida, y el presente… el presente, no queda de otra que sonreírle e invitarlo a seguir. Somos libres, no hay excusa para dejar de vivir y sonreír. No dejemos que el equipaje y la mierda que se recoge en las calles, nos apaguen ese suspiro de luz, que lo único que tenemos que hacer, es dejarlo brillar. La invitación es a brindar hasta quedar afónicos de la risa y embriagados de amor; a interrumpir un suspiro con una sonrisa y a no perder la capacidad de asombro. Existe un reto que quiero compartirles. Una vez por semana, dediquen un momento a LOS PEQUEÑOS PLACERES DE LA VIDA. Estos pueden ser: ese café de viernes soleado que nos tomamos viendo la gente pasar, esa copa de vino viendo los pájaros cantar, ese dulce de coco que nos recuerda a nuestra infancia, ese libro que esperamos por leer en esa hora reservada para la imaginación. Estos pequeños placeres de la vida, son momentos de felicidad y lujuria que no le hacen daño a nadie y que por el contrario, llenan el alma de luz y satisfacción. No esperemos al mañana, LOS PEQUEÑOS PLACERES DE LA VIDA, no entienden de tiempos, preocupaciones o peleas. Son momentos que sólo dependen de nosotros, contagiemos a todos de la lujuria de la vida y sus placeres.

"El alma sólo sonríe cuando entiende la simpleza de la vida"

Juan Pablo Pineda Azuero @JuanPabloPineda