“La historia es una página en blanco que los hombres pueden llenar como les plazca”
M. Baudin
Es una pretensión de los gobiernos totalitarios reconstruir la historia a su medida e imponerla a todos. El caso más patético ocurrió recientemente en Venezuela con la reelaboración no sólo del pensamiento del Libertador Simón Bolívar sino también de su imagen alterando su retrato para que se pareciera a Hugo Chávez cuando joven. En Colombia estamos viviendo algo similar, han reescrito la historia de la violencia de los últimos cincuenta años con el fin de justificar que se esté negociando el país en Cuba.
Quienes nacimos a mediados del siglo XX escuchamos acerca de la violencia en Colombia a partir de dos visiones llenas de imprecisiones ya que se miraba a través de dos filtros, uno azul y el otro rojo. Una mitad de los colombianos mantenía una opinión contraria a la de la otra mitad sin posibilidad de acuerdos, a pesar de que con el Frente Nacional las cosas cambiaron y los dos partidos aprendieron a convivir en paz.
Pero ya con ese principio de convivencia, que alcanzó a pacificar al país, surgió un elemento de confrontación fruto de la guerra fría: las guerrillas patrocinadas por Cuba. La violencia desatada en los últimos cincuenta años ha estado marcada por la pretensión de replicar el experimento cubano en nuestro país que desde el comienzo se vio muy factible, mientras Castro armaba y entrenaba a los grupos guerrilleros, Kennedy enviaba a los Cuerpos de Paz con La Alianza para el Progreso.
Resulta que esa parte de la historia ha quedado suprimida por arte de magia en el informe que el Centro Nacional de Memoria Histórica le entregó al Presidente el 24 de julio, titulado ¡Basta ya!
En Colombia se acude al plagio con la mayor desfachatez. Pero que el título de un informe realizado para el estado -con unos inmensos costos- se apropie del de una muy conocida organización española, es ya sobrepasar los límites. Como se puede leer por Internet, Basta ya es el nombre de “una iniciativa ciudadana española que en su formación unía a personas de diversas ideas políticas, con el triple propósito de oponerse al terrorismo en cualquiera de sus formas, apoyar a sus víctimas, y defender el Estado de Derecho, la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía del País Vasco. Pese al carácter universalista de sus ideales, la organización tenía su razón de ser en la oposición al terrorismo de ETA. Basta Ya se caracterizaba por su carácter activista, puesto que no sólo defendían los mencionados ideales, sino que también los promovían mediante la convocatoria de manifestaciones y actos de protesta”.
Con el grito de ¡basta ya! podríamos esperar un informe con el que le dijéramos no más a las FARC como hicieron los españoles al terrorismo. No es eso lo que se encuentra en este informe. Por el contrario, parece hecho a la medida de los diálogos de La Habana.
Dicen que la historia la escriben los vencedores, entonces qué podemos pensar de esta que favorece a quienes, derrotados hace tres años, hoy se sienten vencedores.
Pareciera que el actual gobierno este empeñado en polarizar a los colombianos y con este informe lo está logrando. Mientras el editorial de El Tiempo propone “que debería ser leído y estudiado en los colegios y las universidades para que no se olvide nunca por lo que hemos pasado”, Fernando Londoño en su editorial de La Hora de la Verdad denuncia “que ha sido desarrollado por el presente gobierno como documento final, lapidario sobre la historia de Colombia, el que ha sido utilizado por el presidente Juan Manuel Santos para presentarse ante la Corte Constitucional con un propósito clarísimo que es el de pedir la impunidad para las FARC”.
Hacer de la historia un instrumento político no es cosa nueva y ahora vemos como se convierte en un nuevo as bajo la manga en este perverso juego de las negociaciones en La Habana en el que tenemos mucho que perder y poco que ganar.
Como les plazca
Mié, 31/07/2013 - 01:06
“La historia es una página en blanco que los hombres pueden llenar como les plazca”
M. Baudin
Es una pretensión de los gobiernos totalitarios reconstruir la historia a su medida e
M. Baudin
Es una pretensión de los gobiernos totalitarios reconstruir la historia a su medida e