-La paz se demora. Lo que estamos buscando, por ahora, es el fin del conflicto.
-Las FARC tienen que deponer las armas, como condición. A partir de ahí podrán surgir como movimiento político. Es evidente que los subversivos están cambiando sus prioridades: armas por votos.
-Se hacen esfuerzos porque los avances se logren también con el ELN. Nada sería completo si se celebran acuerdos con las FARC pero muchos guerrilleros trasladan su lucha a otros grupos.
-El momento de negociar es obligatorio para el Estado. Cundinamarca llegó a tener 18 frentes de las FARC. Y en Colombia hubo 400 secuestrados, que durante años no pudieron ser rescatados.
-La primera delegación de víctimas fue la adecuada. En estas materias no es posible lograr consensos. Después vendrán otras personas, otras víctimas, otras controversias.
-En la comisión de la verdad no hay voceros de las víctimas ni de la sociedad. El asunto tiene muchas complejidades.
-La foto del encuentro entre el general Flórez y los jefes guerrilleros no fue publicada por recomendación de asesores internacionales.
-Resultaba imposible, impracticable, llegar a soluciones sin contar con los militares y policías en ejercicio, su experiencia y conocimiento. Por eso se pidió su ayuda. Nunca fueron llevados a la fuerza a La Habana. Humillante –para la Fuerza Pública- sería no escucharlos.
-El país entra en una fase decisiva al llevar el proceso al debate público, para discutir la legitimidad del proceso y obtener la necesaria fuerza institucional.
-Si retrocedemos demasiado en la historia del país y las culpas por la violencia, no lograremos ponernos de acuerdo. Si regresamos a la muerte de Gaitán y más atrás a la de Bolívar, perdemos tiempo y no encontramos la paz.
-El asunto de las tierras es vital pero inentendible para muchos. La discusión durante varias semanas sobre el catastro nacional resultó ser un trabalenguas para los observadores noruegos.
-Que las FARC se comprometa a romper vínculos con el narcotráfico era asunto casi impensable. Y por fortuna se logró.
-El cese al fuego bilateral no puede darse en el camino de las negociaciones. Por experiencias repetidas, es imposible verificarlo. Por lo mismo, en estas negociaciones, el fuego final será el final finalísimo del conflicto.
-La izquierda colombiana no se ha podido desarrollar por la presencia de la guerrilla. Otra sería su suerte sin FARC y ELN.
-Los fines de esta clase de conflictos han sido amargos para los militares. Se justifican las preocupaciones conocidas, las dudas y el escepticismo expresados.
-Estamos lejos de repetir un Caguan. Las condiciones son bien diferentes. En ese entonces había 20 mil guerrilleros, hoy 7 mil.
-Los negociadores tratan de cumplir la premisa de que todo el haga un daño debe reparar. El Estado hará todos los esfuerzos económicos para lograrlo, aunque también lo harán los grupos guerrilleros.
-De dónde sale el dinero? Existen muchos vacíos. Pero el gobierno se prepara para los ajustes presupuestales que sean necesarios. Sería absurdo que después de encontrar la fórmula de la paz, no rebuscara la financiación del posconflicto.
-Por fortuna, estamos “en tierra derecha”, como dicen los narradores hípicos, para señalar que nos acercamos a la meta, que –como está dicho- será el fin del conflicto no la paz completa.
Confidenciales de la paz
Lun, 01/09/2014 - 16:36
-La paz se demora. Lo que estamos buscando, por ahora, es el fin del conflicto.
-Las FARC tienen que deponer las armas, como condición. A partir de ahí podrán surgir como movimiento político. E
-Las FARC tienen que deponer las armas, como condición. A partir de ahí podrán surgir como movimiento político. E