Deportados, humillados y olvidados

Han pasado los días, las semanas, y a mí no se me olvida lo que está pasando en la frontera con Venezuela. A pesar de que aparentemente han cesado las deportaciones, la frontera sigue cerrada y persisten las dudas del pasado. Todavía no son claras las verdaderas razones del cierre de la frontera. La supuesta guerra económica, la presencia de paramilitares y el contrabando, son problemas históricos entre las dos naciones, cuyo mayor interés por solucionarlos está en nuestras autoridades que en las bolivarianas. Allí existe también un grave problema de narcotráfico con la complicidad de las autoridades chavistas, enfrentadas entre carteles de su mismo seno gobiernista: ‘Los Soles’ y ‘Los de La Guajira’, uno liderado por políticos, y otro por militares. Por otra parte, no parece ser un problema para el régimen dictatorial de Maduro la presencia de la guerrilla de su lado fronterizo. Para las Farc la frontera no solo no está cerrada, sino que tienen paso libre y sin control. El mismo hecho tampoco parece ser un problema para el gobierno que calla cobardemente. Nuestro gobierno acostumbrado a su ya mediocridad diplomática nada ha hecho y  hoy siguen los mismos interrogantes después de casi dos meses del cierre de la zona limítrofe. ¿En qué va la defensa de los derechos humanos de los colombianos ilegalmente deportados de Venezuela? ¿Dónde están sus bienes, los que dejaron atrás mientras huían del régimen? ¿En qué va la reunificación de familias, arbitrariamente separadas por el dictador?  ¿Cuándo se reabre la frontera para los colombianos de bien y se le cierra a los guerrilleros y mafiosos? Ninguna de estas preguntas tiene aún respuesta, y ahora lograron ponernos el problema fronterizo en un tercer o cuarto plano. ¿A nadie le parece sospechoso que luego de ir a Ecuador a solucionar el problema con Venezuela, la reunión bilateral no produjese ningún resultado en ese sentido? ¿Qué por el contrario, el problema fronterizo siguiese igual y los derechos de los colombianos no fuesen restituidos? ¿Pero que en cambio al día siguiente y con una premura sin igual, Santos fuese a reunirse con ‘Timochenko’ en La Habana? A mí me suena a chantaje. Siempre he sostenido que tener a Venezuela de garante en el proceso de paz es desventajoso para Colombia, mucho me temo que en Ecuador Maduro logró que Santos dejara de lado el problema en la frontera con la promesa de lograr el muy publicitado show en La Habana donde firmaron un supuesto acuerdo sobre justicia, que hoy sabemos nunca existió. Señores del gobierno, a mí y a muchos otros no se nos olvidan nuestros connacionales maltratados, no se nos olvida nuestra dignidad, y con seguridad nunca se nos olvidarán sus mentiras, su dejadez, su mediocridad y su desidia con el dolor de los colombianos en la frontera. Santiago Valencia G. Representante a la Cámara @sanvalgo