Las festividades múltiples de fin de año parecen confirmar cómo el pésimo servicio de los operadores de servicios de telefonía móvil son un derecho fundamental, por lo mismo indisputable, de los operadores de dichas concesiones, que han ostentado desde antes y por encima de la Constitución del 91. Además de los problemas de calidad en términos de cobertura, y planes están los abusos tarifarios, ausencia de marco regulatorio estricto, inexistencia de controles efectivos entre muchos otros.
Telefonía celular: un millón de enemigos
En el 2013, más de un millón de quejas de diverso orden fueron presentadas por los usuarios de la telefonía celular, y un insignificante numero de las mismas fueron sancionadas, aparte de que tales sanciones en ultimas más que un castigo, han terminado siendo un estimulo para la vulneración de los derechos del consumidor, generado por un legislador complaciente y unos órganos de control permisivos y hasta el propio presidente Santos públicamente se queja.
El claro colapso de Claro, de una mañana donde apenas se le “restituyeron” a los usuarios cinco minutos es un claro ejemplo de que nada es claro en materia de telefonía celular.
Concesión a punto de finalizar y cláusula de reversión
A comienzos del presente 2014 los operadores de telefonía móvil en el país tendrán sus contratos de concesión vencidos, es decir deberán definirse las reglas bajo las cuales este servicio se prestara en los próximos años para los cerca de 40 millones de usuarios, uno de los más altos de Latinoamérica.
Una de las consecuencias de tal terminación es la cláusula de reversión, es decir los equipos de los operadores y sedes pasan al Estado colombiano, pues los hemos venido pagando con las tarifas abusivas que nos han venido cobrando. Este ha sido el lío con los carros recolectores de las basuras en Bogotá, y los de las concesiones mineras donde el Estado ha sido pésimamente representado.
Catástrofe tarifaria
El cobro millonario de minutos no usados, las llamadas caídas frecuentemente por minutos plenos pagos así como el cobro por minutos y no por segundos, como la trampa de los “elegidos” que en planes pospago dejan de operar cuando se agotan los minutos del plan y empiezan a ser cobrados como normales así se recargue el teléfono, son parte del negocio de las operadoras.
Otras lupas
Vacaciones como derecho y problema hotelero y la especulación turística
Nuestro bello y no siempre bien escrutado país sufre una grave crisis en materia hotelera, de operación aeroportuaria, infraestructura de transportes como carreteras y turística para estas festividades San Andrés – donde ni los propios raizales pueden salir a tratamientos médicos por el precio de temporada de tiquetes aéreos- ciudades como Cartagena y Santa Martha se vuelven altamente especulativas. Resulta más barato viajar a Miami, Orlando, Cancún o Acapulco, incluso Nueva York, Vancouver, Madrid, Londres o París, y muchos otros tradicionales y reconocidos destinos turísticos nacionales, aparte de la infraestructura de estos mismos. Pero más aun las tarifas reales son superiores a las anunciadas por la falta de control e infraestructura. En una temporada pretenden cubrir los costos operacionales de todo el año y eso hace.
El descanso y uso del tiempo libre y el derecho de vacacionar con los crecientes costos, aunque hay más turismo, no hay más turistas, es decir son sectores medios de la población pero nunca los menos favorecidos para quienes debería haber un turismo subsidiado como política de Estado, el cual debería hacer parte de la salud física y mental de los colombianos y no solo la especulación con medicamentos y tratamientos curativos. Al fin y al cabo lo mejor del país aparte de la diversidad cultural son nuestros propios recursos naturales que nos perteneces a todos y todas sin excepción alguna.
El derecho fundamental al mal servicio de la telefonía celular
Dom, 05/01/2014 - 15:01
Las festividades múltiples de fin de año parecen confirmar cómo el pésimo servicio de los operadores de servicios de telefonía móvil son un derecho fundamental, por lo mismo indisputable, de l