Entendamos el arte de la guerra y prevaleceremos; ignorémoslo y lucharemos en la oscuridad

“Un Black Hawk ha sido derribado, toda la misión cambió” y “desde entonces cambió para siempre la historia de Norteamérica”, así inicia La verdadera Historia de la caída del halcón negro, documental dedicado a una de las batallas más sangrientas que libró el ejército norteamericano en Somalia. Dos décadas después quisiéramos oír de Santos, de su ministro de defensa y del general Palomino palabras similares cuando en menos de una semana el enemigo ha derribado un Black Hawk y un avión Casa, motivo suficiente para que ya oyéramos que todo cambió. De ellos lo que escuchamos, con estupor, es una sarta de mentiras dichas con tono prepotente con las que irrespetan al país entero y en especial a la memoria de los héroes caídos en una guerra que para ellos no es guerra con lo que quedamos condenados a la derrota. “Entendamos el arte de la guerra y prevaleceremos; ignorémoslo y lucharemos en la oscuridad”, dice Sun Tzu en El Arte de la Guerra, palabras que tocan la raíz del asunto y nos aclaran porque la llevamos perdida. Un enfrentamiento tan desigual en el que el enemigo entiende que se trata de una guerra mientras el Estado legítimo lo ignora con falacias desvirtuando el principio del arte de la guerra: “Toda guerra se basa en el engaño”. Señores presidente, ministro y general, al que hay que engañar es al enemigo o ya olvidaron la Operación Jaque que parece inspirada en las enseñanzas de Sun Tzu: “Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño. El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar”. Dice Sun Tzu: “Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla”. ¿Por qué señores presidente, ministro y general se empeñan en engañarnos a nosotros dándole ventaja al enemigo? “La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien”. El Maestro Sun escribió su tratado hace ya veintiséis siglos en China y ha influido en muchas victorias. Cuando se vea con cierta perspectiva histórica la Guerra en la era Santos comprenderemos que el enemigo del Estado sí tiene en cuenta este tratado y lo aplica, como lo hicieron en el pasado Mao y Ho Chi Minh, mientras que el Estado lo ignora expresamente dándole una significativa ventaja a los otros. Propongo un sencillo ejercicio a partir de citas tomadas de El Arte de la Guerra para confirmar o negar lo propuesto arriba. De cada uno de las siguientes 25 citas puede el lector detectar cuáles aplica el Estado y cuáles su enemigo. Esto nos ayudará a comprender muchas extrañas situaciones que presenciamos a diario en esta guerra que no es guerra para unos y sí es guerra para otros: 1. Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo. 2. Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas. 3. Lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia. 4. La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia. 5. Antiguamente, los guerreros expertos se hacían a sí mismos invencibles en primer lugar, y después aguardaban para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios. 6. Si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es una victoria fácil. 7. Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. 8. Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti. 9. Todo el mundo conoce la forma mediante la que resultó vencedor, pero nadie conoce la forma mediante la que aseguró la victoria. 10. La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas. 11. Un ejército perece si no está equipado, si no tiene provisiones o si no tiene dinero. 12. No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas. 13. No presiones a un enemigo desesperado. 14. Los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cómo manejar las fuerzas armadas. 15. Cansa a los enemigos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar. 16. Las maniobras militares son el resultado de los planes y las estrategias en la manera más ventajosa para ganar. Determinan la movilidad y efectividad de las tropas. 17. Si los emisarios del enemigo pronuncian palabras humildes mientras que éste incrementa sus preparativos de guerra, esto quiere decir que va a avanzar. Cuando se pronuncian palabras altisonantes y se avanza ostentosamente, es señal de que el enemigo se va a retirar 18. El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado. 19. Cuando las órdenes se dan de manera clara, sencilla y consecuente a las tropas, éstas las aceptan. Cuando las órdenes son confusas, contradictorias y cambiantes las tropas no las aceptan o no las entienden. Cuando las órdenes son razonables, justas, sencillas, claras y consecuentes, existe una satisfacción recíproca entre el líder y el grupo. 20. Cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura es claramente apropiado entablar batalla, incluso si el gobierno ha dada órdenes de no atacar. Si las leyes de la guerra no indican una victoria segura, es adecuado no entrar en batalla, aunque el gobierno haya dada la orden de atacar. 21. Que los movimientos de tus tropas y la preparación de tus planes sean insondables. 22. Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico. 23. La psicología de los soldados consiste en resistir cuando se ven rodeados, luchar cuando no se puede evitar, y obedecer en casos extremos. 24. Es necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen a ti. 25. No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo,