HÉCTOR, NUESTRO AFAMADO NOVELISTA

Publicado por: admin el Dom, 03/07/2016 - 03:40
Se dice, con razón, que la realidad es el motor de la creación, soporte de la literatura. Ella, a su vez, refleja el tiempo y el espacio en los que cada autor produce su obra. Y no porque la literat
Se dice, con razón, que la realidad es el motor de la creación, soporte de la literatura. Ella, a su vez, refleja el tiempo y el espacio en los que cada autor produce su obra. Y no porque la literatura sea historia, sino porque ella desentraña, muchas veces sin quererlo, la realidad y le da sentido en el tiempo a esos hechos. Colombia es un emporio de acontecimientos narrables, tragedias, heroísmos, cobardías, odios y venganzas, unos más conocidos que otros, como si también tuvieran estrato social, la mayoría de los cuales jamás llegan a la literatura. Pero basta con que uno llegue para vislumbrarlos a todos porque tiene el honroso privilegio de caracterizar esa época, retratar esa sociedad. Un asesinato, por ejemplo, aunque ya no es noticia por la atmósfera de violencia que hemos protagonizado, cuando se visibiliza, conmueve, toca fibras íntimas, así se olvide con facilidad. Héctor Sánchez, nuestro afamado novelista, ha publicado en Pijao Editores su más reciente novela titulada “Ejecución en Los Faroles”. A través de una tragedia familiar, se devela el destino de la patria. Su personaje principal, Atiliano Corcho, retrata al colombiano que lucha para salir adelante, trabaja y estudia con grandes esfuerzos hasta culminar sus estudios de derecho, lo pica la política, ocupa cargos públicos importantes hasta que el peso interior de sus frustraciones lo lleva a liquidar a su familia, esposa e hijo, liquidándose luego en una fría madrugada bogotana. Como fondo de la tragedia está la política, en la que Atiliano se mueve casi al azar y a través de la cual comparte vida con personajes de la vida nacional, senadores, representantes y burócratas que han instituido las recomendaciones y los recomendados, los compadrazgos, los padrinazgos y ese listado de conductas reprochables en la cultura política de la nación. Pero hay algo en Atiliano de insatisfacción que lo obliga a tomar tan terrible decisión. La novela es rica en escenas que, como características de nuestra sociedad, nos lleva de la mano por esa realidad corrupta que ha sido la norma con la cual se ha manejado el desarrollo del país. Está estructurada en capítulos, cada uno de los cuales inicia con el desarrollo de la investigación por parte de las autoridades y a su vez van revelando la historia de los protagonistas. Aunque de entrada se sabe que se trata de un asesinato, Héctor, con la habilidad del escritor avezado, lo va llenando de motivos hasta desembocar en la tragedia final. Con un lenguaje directo y fluido, “Ejecución en Los Faroles” es una novela trágica pero gozosa. El humor que la trasciende como caricatura del país, nos obliga a no soltar sus páginas. Es la magia de la literatura. Los invito a leerla.