La imposición de las minorías

Publicado por: admin el Jue, 11/08/2016 - 08:15
Al contrario de promover una verdadera educación sexual que conlleve a la tolerancia, lo que intenta la ideología de género promovida por la ministra de Educación, Gina Parody, es imponer los inte
Al contrario de promover una verdadera educación sexual que conlleve a la tolerancia, lo que intenta la ideología de género promovida por la ministra de Educación, Gina Parody, es imponer los intereses de la comunidad LGBTI a la sociedad en general. Este concepto, que a través de una guía de educación sexual busca difundir el Ministerio, tergiversa toda concepción de la naturaleza humana. Lea también: La diputada que desencadenó la furia contra Gina Parody Definiciones como “sexo asignado al nacer”, que quiere decir que el sexo de un niño se asigna con base a la simple percepción que otros tiene de sus genitales, resulta aberrante. Es inconcebible que por razones netamente subjetivas, sin fundamento real, se vaya a decir que un niño es una niña y viceversa, habiendo un hecho objetivo, biológico. ¿Cuáles serán las consecuencias sicológicas de un niño de cinco años cuando alguien le diga que es niña a pesar que tiene genitales masculinos? Con esto llegaremos al absurdo de que mañana se diga que vestir a un niño de azul y a una niña de rosado, es violencia en razón de género porque se le está imponiendo su identidad. Reconocemos que en la sociedad de hoy existe diversidad de tendencias sexuales, pero lo que no se puede aceptar es que a temprana edad se le llegue con estas ideas a nuestra infancia. Hay profundas diferencias entre educar en la diversidad sexual y condicionar e imponer ideas sobre la orientación sexual y la identidad de género. Cabe recordarle a la Ministra que el derecho de los padres de educar a sus hijos es un derecho fundamental reconocido en diferentes convenios internacionales de derechos humanos, el cual se ve atropellado por los contenidos de esta guía. Pero además, es evidente la parcialización de las cartillas al desvirtuar a la población heterosexual, la cual el mismo documento considera hegemónica ¿No implicaría esto una discriminación hacia las personas que se identifican en esta categoría y hacia quienes la propia guía señala prevalecen en nuestra sociedad contemporánea? De otra parte, la Ministra Parody mintió al negar, en principio, que existieran dichas cartillas para recomendar modificar los manuales de convivencia de los colegios, conociéndose posteriormente el contrato con Naciones Unidas y Colombia Diversa para realizar este texto. Esto refleja que existe una agenda en este tema por parte de organismos multilaterales como Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) que buscan imponer resoluciones en este sentido, sobrepasando los poderes legislativos de los países. Incluso, en su Informe sobre Violencia en contra de Personas LGBTI, la OEA contiene definiciones que alteran la naturaleza humana, las cuales ningún estado ha aceptado en ningún convenio. Por último, un mensaje a la Ministra para que concentré sus esfuerzos en mejorar el sistema educativo del país en lugar de seguir provocando polémicas que no le sirven de nada a nuestra juventud. Por: Santiago Valencia G. Representante a la Cámara @sanvalgo