Liberaciones y deliberaciones

Publicado por: admin el Mar, 03/04/2012 - 01:01
Liberaciones y deliberaciones, de los dilemas de la paz a los lemas de la guerra, la revolución que pretendían las Farc, se convirtió en la revolución de los derech

Liberaciones y deliberaciones, de los dilemas de la paz a los lemas de la guerra, la revolución que pretendían las Farc, se convirtió en la revolución de los derechos humanos. Es decir, en una nueva forma de hacer política en el mundo y gracias al activismo humanitario en Colombia, hoy se vislumbran gestos de paz.

Aunque Colombianos y Colombianas por la Paz representen una piedra en el zapato para la política de la Cancillería, incomoden, avergüencen, expongan, cuestionen o contradigan, la razón que esconde un país sin voluntad o memoria, permanentemente siendo descalificados por su parcialidad ideológica, alrededor del conflicto interno armado.

El problema aparentemente es de coherencia pero la coherencia no es el problema, simplemente su labor tiende a ser selectiva y representa una nueva hegemonía, otra moral, dos éticas distintas si se quiere, entre pragmáticos y puristas, entre los románticos de la paz y los románticos de la justicia, entre quienes pugnan por el pasado y quienes pugnan por el futuro, todos enfrascados en las mismas dos preguntas: ¿Cuál es la mejor manera para alcanzar la paz en Colombia? ¿Y cómo administrar la resolución del conflicto interno armado?

En otras palabras, se está generando un nuevo conflicto porque los valores de los gobernantes de turno no representan los valores, por ejemplo, de  Colombianos y Colombianas por la Paz. Y porque el fin del Estado-nación, representó el comienzo del activismo humanitario de las organizaciones no gubernamentales, afectando la estabilidad de todos los Estados en el mundo.

Por lo tanto, no estamos hablando de un mal o de un bien endémico de Colombia, simplemente estamos presenciando un cambio en la naturaleza del hombre, entendido como un animal político, histórico y amoroso. Porque los ríos se salvan de arriba para abajo pero el mundo sociopolítico se salva de abajo para arriba.

Me refiero a que la transformación del sistema ya no está en manos de los parlamentos o de los tiranos, sino de las redes que democratizaron ese monopolio, porque unos señores fueron incapaces de integrar en el diálogo a la paz, a la democracia y a los derechos humanos.