Los Asesinos del Emperador

Los Asesinos del Emperador.

Santiago Posteguillo.

Planeta. 3 edición.

Barcelona, España, 2011

Los Asesinos del Emperador. Santiago Posteguillo. Planeta. 3 edición. Barcelona, España, 2011   La Roma Imperial al final de la dinastía Julia-Claudia con el cruel Nerón hasta el final de la dinastía Flavia con “el señor y dios” Domiciano, en las últimos cuarenta años del siglo I son recreados con detalle y pluma de fácil comprensión y lectura por Posteguillo. En ella se recrea el final del césar Domiciano, cruel y paranoico emperador que es asesinado el 18 de septiembre del año 96 de nuestra era, asesinado tras una conjura orquestada por miembros de su corte palaciega, la guarda pretoriana, un cuerpo de gladiadores y la emperatriz. Bajo este episodio histórico se va en juegos de ires y venires a lo largo del tiempo, entrecruzando las historias de las guerras de frontera del imperio romano con los bárbaros germánicos, más allá del Rin; con los dacios y otras tribus, allende el Danubio; con los partos más allá del Tigris y el Eufrates; con los judíos en las murallas de Jerusalén. Coligando las vidas de los protagonistas en las provincias del Imperio, la Galia, la Hispania, la Judea, entre otras. Entretejiendo los destinos de jóvenes que son recogidos para ser entrenados como gladiadores en cualquiera de las modalidades que el autor muestra con detalle, no importando si son hombres y mujeres. Mostrando las conjuras continuas de los senadores, todos ellos ávidos de poder, en una maraña de delaciones, traiciones, arreglos, secretos. Sobresale también la familia Ulpia Trajana, desde sus inicios como subalternos de grandes legados imperiales hasta llegar a la cúspide con Marco Trajano, primer emperador romano de “allende Roma”, y con él el advenimiento de un reinado largo y donde se comienza a vislumbrar la mayor gloria y expansión del imperio romano. Posteguillo con esta historia novelada, que no novela histórica, dada la certeza histórica de los hechos narrados, presenta la vida cotidiana, las intrigas palaciegas, los entrenamientos en el Coliseo, las rutinas militares, la relaciones maritales y extramaritales, las persecuciones contra los cristianos; en fin todo el caleidoscopio de la Roma de finales del siglo I, época sobre la que enmarcó su enorme expansión para ser el imperio que todo lo domina y que sin duda, fue determinante para la consolidación de la cultura occidental.