Los muertos siempre ganan las elecciones

Publicado por: admin el Lun, 25/03/2013 - 01:06
En cuerpo ajeno, pero ganan: los muertos tienen esa “habilidad”. Hay miles de ejemplos a lo largo de la historia que dan cuenta del poder electoral de l

En cuerpo ajeno, pero ganan: los muertos tienen esa “habilidad”. Hay miles de ejemplos a lo largo de la historia que dan cuenta del poder electoral de los difuntos. No hay candidato ungido por el que se va al “más allá” o por la familia de este, que no corone sus aspiraciones. Los seres humanos generalmente son proclives -y digo son, porque yo no caigo en esas trampas- a ese tipo de novelerías, sobre todo en los países latinoamericanos. Por nostalgia, ignorancia o simple estupidez, la gente de alguna forma ve reencarnadas todas sus ilusiones en el heredero político o familiar del líder desaparecido.

Pasó en Colombia cuando los extraditables asesinaron a Luis Carlos Galán. Bastó que Juan Manuel, el hijo mayor del caudillo -hoy Senador por el partido Liberal- que apenas era un mozalbete, le hiciera un guiño a Cesar Gaviria para que el pueblo se volcara a las urnas a elegir como Presidente de la República a un político de provincia que en ese entonces era un perfecto desconocido para la gran mayoría de los colombianos. El negocio de explotar la imagen de Galán resultó tan bueno que hoy, después de veintitrés años de su muerte su familia sigue pelechando del Estado, sin haber hecho méritos de ninguna clase. El recuerdo de Galán está tan arraigado en el inconsciente colectivo que la falta de iniciativa, de inteligencia, de gestión de sus hijos y hasta sus deslices son pasados por alto. Los hermanitos Galán han transitado por las distintas y bien remuneradas posiciones públicas que han ostentado, sin pena, ni gloria: la esposa de Carlos Fernando -otro de los delfines que también aspira al Senado por un partido distinto al de su hermano-  como asesora del Ministerio del Interior, fue uno de los cerebros de la fallida y esperpéntica Reforma a la Justicia, a estas alturas ningún medio o ciudadano le ha  reprochado nada. ¿Qué habría pasado de haber sido la mujer de un “mortal”?  Estarían lloviendo sobre ella truenos y centellas. Así es Colombia: un país en donde ciertos apellidos son patente de corso para hacer y deshacer, y en algunos casos para no hacer lo que les corresponde. El cuento de esta “democrática” y bien colocada familia lo traigo a colación, porque el mecanismo que ellos implementaron en su momento con Gaviria y que siguen aplicando actualmente para atornillarse a la burocracia y al poder es exactamente el mismo que está operando en Venezuela: el deceso del caudillo bolivariano es utilizado como arma política, para exacerbar los ánimos y despertar la solidaridad de los electores. En el vecino país será el muerto quien defina la elección del próximo Jefe de Estado. Chávez dejó un testamento político y el pueblo cumplirá su última voluntad. No hay duda: Maduro será elegido: el cadáver de Chávez aún está caliente y el fervor de sus seguidores más vivo que nunca. Los hijos de Galán no son Galán; Maduro no es Chávez,  lo más terrible de todo es que eso es absolutamente evidente, a pesar de lo cual,  la gente seguirá votando por ellos. La ñapa I: ¿Silvia Gette, con dolor coronario? ¡Sí, cómo no! Para eso hay que tener corazón. La ñapa II: Ojalá la anunciada ayuda del Gobierno para solucionar el eterno problema de las inundaciones en la Mojana no sea otra farsa más. La ñapa III: Al nuevo Papa lo eligieron en tres días… En el Consejo de Estado llevan cerca de dos años tratando de ponerse de acuerdo para llenar tres vacantes, pero los intereses politiqueros lo han hecho imposible. ¡Qué horror! abdelaespriella@lawyersenterprise.com