Los voticos que mueve el relleno de Doña Juana

Publicado por: admin el Mar, 15/08/2017 - 15:18
El relleno sanitario de Doña Juana, en Bogotá, se convirtió de un tiempo para acá en un fortín político para quienes saben manipular muy bien las necesidades de las comunidades que habitan sus a
El relleno sanitario de Doña Juana, en Bogotá, se convirtió de un tiempo para acá en un fortín político para quienes saben manipular muy bien las necesidades de las comunidades que habitan sus alrededores, los cuales deberían estar deshabitados desde hace muchos años. Pese a que en 2007 una explosión de gases afectó a miles de pobladores del sector, estos no fueron reubicados. Y, por el contrario, se incrementó su número de habitantes durante los últimos 8 años sin que las alcaldías respectivas hubieran hecho algo para evitarlo. ¿Las razones? Hay quienes piensan que ya se demostró que vivir junto al relleno trae ventajas tanto económicas (para sus habitantes) como políticas (para quienes obtienen sus votos). Lo primero, porque tras la explosión de 2007 el Distrito tuvo que pagar 227.000 millones de pesos por los daños causados por los malos olores y la contaminación a más de 65.000 habitantes del sector que resultaron afectados. Y lo segundo, porque fue un político, Guillermo Asprilla (q.e.p.d.), quien lideró todo este proceso. Asprilla fue muy cercano a Gustavo Petro y, sin lugar a dudas, el éxito de su gestión aportó muchos voticos a su elección como alcalde de Bogotá. De hecho, Asprilla fue su secretario de gobierno. Por eso ahora, en plena pretemporada electoral, cualquier reclamo que hagan los habitantes de las zonas aledañas al relleno de Doña Juana va a ser utilizado políticamente, más aún estando de por medio la revocatoria que promueve la izquierda bogotana contra Enrique Peñalosa. De ahí que no resultó extraño ver a la dirigencia izquierdista cerrando filas ante los reclamos de esta población por la proliferación de moscas en sus viviendas, entre los cuales se destaca el representante a la Cámara, Inti Asprilla, el hijo de Guillermo Asprilla. Por lo mismo tampoco sorprendió ver a pobladores con pancartas que exigían una nueva indemnización. Y como al parecer el común denominador de toda protesta de la oposición ha sido la de generar caos, esta vez no fue la excepción pues se obstaculizó la entrada y salida de camiones recolectores de basura, lo que estuvo a punto de generar una emergencia sanitaria en Bogotá. El hecho de que toda una ciudad capital pudiera haberse ahogado nuevamente en medio de las basuras, no impidió que algunos salieran a defender los bloqueos y las protestas con tal de preservar esos voticos cautivos que mantiene en los alrededores de Doña Juana. ¡Que basura¡.