Paros: ¿Gobierno inepto o cómplice?

Sáb, 31/08/2013 - 17:51
Desde los años 50 el país no enfrentaba una situación como la vivida durante los últimos días. Batallas campales entre la policía y fuerzas organizadas y entrenadas por las FARC, toques de queda
Desde los años 50 el país no enfrentaba una situación como la vivida durante los últimos días. Batallas campales entre la policía y fuerzas organizadas y entrenadas por las FARC, toques de queda, militarización de Bogotá y de otras ciudades, restricciones a la movilización, instalaciones de la policía quemadas, 20 soldados asesinados, y discursos de un Presidente frente a un “tal paro que no existe”, plantean un debate sobre la responsabilidad del gobierno. El gobierno Santos conocía por abundante información de inteligencia que las FARC pretendían generar una situación de desestabilización en los grandes centros urbanos. Los organismos que realizan actividades de inteligencia lo habían advertido. También el gobierno sabía del trabajo organizado y sistemático que la guerrilla adelanta en universidades, de las redes que han sido creadas y de los programas de adoctrinamiento que funcionan en los claustros universitarios. El gobierno conocía del entrenamiento que ha hecho las FARC de fuerzas de choque para el combate urbano. Bogotá en 2012 fue azotada por una jornada de violencia que demostraba el grado de organización, la capacidad logística y de coordinación para ejecutar ataques a Transmilenio. Así mismo, el gobierno era consciente del papel clave de la Marcha Patriótica en el anunciado paro nacional, aplazado el año pasado como consecuencia, aparentemente, del inicio público del proceso de La Habana. Santos tenía conocimiento de que las FARC en el marco del proceso de paz buscarían escalar acciones violentas y movilización popular. El presidente conocía perfectamente que la estrategia de las FARC para fortalecerse en La Habana pasa por infiltrar los movimientos de protesta, al igual que dentro del proceso de “autolegitimación política” exacerbar las contradicciones con el establecimiento. Del mismo modo, el gobierno estaba informado del cronograma de movilizaciones, los lugares donde se iban a desarrollar y las estructuras criminales que pretendían influir las protestas ciudadanas. El gobierno tenía documentos incautados a las FARC en que constaba que 2013 era el año de la “movilización popular”, en el marco de la combinación de todas las formas de lucha. Además estaba advertido públicamente por las propias FARC, después del paro minero y del Catatumbo, que venían nuevas movilizaciones. Si el gobierno sabía eso y más, ¿por qué permitió que la situación avanzara hasta llegar al actual desbordamiento? Si el gobierno sabía eso y más, ¿por qué sale ahora el Ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, a denunciar, como gran descubrimiento, que las FARC están detrás de los desórdenes? Si el gobierno sabía eso y más, ¿por qué no actuó con prudencia y tomó las decisiones para evitar que ocurriera? ¿Cuál es la responsabilidad del gobierno en este asunto? ¿O es ineptitud, imprudencia, negligencia o conveniencia de que una situación que en décadas no se presentaba llegara al extremo de someter a Bogotá y otras ciudades a un toque de queda? ¿O es que Santos está facilitando la violencia para hacer una “pedagogía para la paz”? Como le escuche a una persona: “Tratándose de Santos, Ave María!” @RafaGuarin www.Qimporta.com
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