Faltan ocho fechas para terminar la eliminatoria suramericana y decidir los países que irán al Mundial de Rusia 2018 en representación de este lado del mundo.
No se equivocan quienes consideran que es esta la eliminatoria más difícil, la más apretada, la más disputada y si se quiere la más estresante de todas las que se hacen contados los cinco continentes.
Algunos dirán que como en Europa, África, o en Asia, terminan clasificando siempre los mismos y que ver un mundial sin Argentina y Brasil es lo mismo que verlo sin Alemania o Italia, y en eso tienen razón. Pero es la competencia que allá tienen en donde no les regalan nada, pero tampoco les cuesta mucho conseguir el tiquete, mientras aquí, Argentina y Brasil pagarían oro para no desgastarse tanto en una lucha tan cruda y complicada durante casi tres años.
Lea también: ¿Polémica en redes sociales por comentario de Farid Díaz?
Por eso siempre he pensado que al mundial hay que ir a dejar huella, como lo hizo Colombia en Brasil 2014, en donde ganó todos los partidos de la primera ronda, le ganó a Uruguay, llegó a cuartos donde le faltó lo que le sobró en los partidos anteriores para derrotar al peor Brasil de la historia y meterse en semifinales.
Dejó huella no solo por eso, sino porque un colombiano fue el goleador de ese mundial y el mismo, autor del gol más bonito del campeonato. Eso es dejar huella, hacer que el mundo hable de lo que hiciste, así no seas el ganador absoluto.
Y ese es el objetivo, porque no vale la pena desgastarse tres años en una pelea tan complicada de clasificación, para llegar al Mundial y salir por la puerta de atrás en solo una semana.
Desde que la eliminatoria suramericana se hace todos contra todos (antes era por grupos y era menos complicada), la clasificación se volvió una guerra de muchos partidos. Sufren todos, y no están excluidos de ese estrés ni los argentinos, subcampeones mundiales y actualmente por fuera de la lista de los clasificados. Así falten ocho fechas, Argentina está sufriendo, porque no tiene a Messi, porque cambió de entrenador y porque a Bauza lo quieren crucificar por su empate ante Perú y la derrota en casa contra Paraguay.
Además le puede interesar: Pékerman querría irse de Barranquilla
Brasil empezó flojo, pero el cambio de entrenador al contrario de Argentina, le significó llegar en poco tiempo al primer lugar de las posiciones. Pero es 'voz populi' que a los brasileños no les ha gustado nunca jugar las eliminatorias aunque después de los que les pasó en su mundial en donde no las jugaron y llegaron a hacer el más pobre papel de su historia, deberían ya haber cambiado de opinión.
Y está Uruguay, que después de haber sufrido en eliminatorias anteriores en donde tuvo que pactar con Argentina los puntos en el último partido para poder jugar repechaje, hoy se ve sólido, con un equipo muy poderoso en ataque y que no tiene pena de reventar el balón para cualquier lado con tal de conseguir puntos como ocurrió en Barranquilla.
Así las cosas y si tenemos en cuenta que difícilmente los pronósticos estratosféricos podrían dar eliminados a cualquiera de esos tres, no queda sino un cupo disponible, el cuarto que va directo y ese entonces le toca pelearlo a Colombia con Ecuador, Chile y Paraguay, porque tampoco nadie se atreve a pronosticar que se puedan meter en las cuentas Perú, Bolivia y mucho menos Venezuela.
Y está Uruguay, que después de haber sufrido en eliminatorias anteriores en donde tuvo que pactar con Argentina los puntos en el último partido para poder jugar repechaje, hoy se ve sólido, con un equipo muy poderoso en ataque y que no tiene pena de reventar el balón para cualquier lado con tal de conseguir puntos como ocurrió en Barranquilla.
Así las cosas y si tenemos en cuenta que difícilmente los pronósticos estratosféricos podrían dar eliminados a cualquiera de esos tres, no queda sino un cupo disponible, el cuarto que va directo y ese entonces le toca pelearlo a Colombia con Ecuador, Chile y Paraguay, porque tampoco nadie se atreve a pronosticar que se puedan meter en las cuentas Perú, Bolivia y mucho menos Venezuela.
