De esta pelea desatada entre Uribistas y Santistas uno no sabe si va a salir algo bueno. ¿La Verdad? ¡Será eso lo que obtendremos? Pues no es fácil determinar si lo que están afirmando de lado y lado sea totalmente cierto, medias verdades, simples mentiras o una mezcla de todo porque es tal el enredo de dimes y diretes que el panorama no es claro.
Sale un Santista y afirma que Uribe sí negoció con las Farc, después un Uribista dice que Santos está entregando el país a 'Timochenko', después viene otro Santista y muestra “pruebas” de acercamientos y promesas a la guerrilla por parte del alto comisionado Restrepo entonces el hoy asilado político dice que sí, pero que no, que hubo acercamientos pero para rescatar secuestrados y contratos pero para apoyar a la población en las zonas de conflicto. En fin, han sido semanas muy confusas y las informaciones contradictorias no ayudan a entender esta enrevesada historia de negociaciones con la subversión.
Sin embargo es legítimo pensar que tanta información que ha salido a la luz pública en este preciso momento tendría el propósito de obligar al expresidente Uribe a aceptar el proceso de paz y hacer que otros, como el Procurador Ordoñez, lo acompañen. Este sería un escenario ideal, oposición y gobierno unidos para sacar adelante un proceso que nos interesa a todos y todas las colombianas. Sin embargo, mucho me temo que no sea así.
Uribe ya ha demostrado ser un hueso duro de roer. A él no lo intimidan sacándole trapitos al sol. Por el contrario parece que lo enerva más y le alborota la bilis de su personalidad volcánica. Entonces si esto no es lo que se busca, habría que cuestionarse otra vez sobre ¿cuál es el propósito que subyace al empecinamiento en las últimas semanas del santismo por demostrar, apoyados en columnistas muy reconocidos, que el expresidente sí tuvo acercamientos con las Farc?
Podría caber la posibilidad de que el propósito de esta arremetida mediática sea deslegitimar al opositor más duro del gobierno. Señor Uribe, si usted hizo lo mismo, entonces ¿por qué se opone? A esta argumentación tampoco le auguro ningún éxito. Al expresidente es como esos maridos infieles que aunque los cojan desnudos en la cama con otra mujer negarán su infidelidad hasta morir. Él es igual, niega todo y además cuando lo acusan de lo que sea asegura que es un montaje o una persecución política.
Quedaría finalmente la opción de intentar demostrar que todo lo que Uribe dice es producto de su viudez de poder. Como no pudo lograr una negociación con las Farc, entonces se opone, está celoso del éxito de su sucesor. Un poco a lo Jalisco que nunca pierde y si pierde arrebata. Pues me temo que esto tampoco funcione con el señor Uribe. Me parece que le importa un comino que lo acusen de envidioso. De peores cosas lo han acusado y no se pone ni siquiera colorado.
Parecería mejor que en lugar de andar sacando trapitos al sol, como si aproximarse a la guerrilla para buscar la paz fuera un delito y no una obligación constitucional, se intentara limar asperezas con el Uribismo para invitar a todos, incluido Álvaro Uribe y Alejandro Ordoñez a construir el proceso. Eso es lo que verdaderamente importa, todo lo demás son cuentos.
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¿Quién lo convence?
Lun, 20/10/2014 - 16:11
De esta pelea desatada entre Uribistas y Santistas uno no sabe si va a salir algo bueno. ¿La Verdad? ¡Será eso lo que obtendremos? Pues no es fácil determinar si lo que están afirmando de lado y