¿Qué es lo que motiva las marchas y los “desordenes sociales?” en Colombia creemos que las marchas son por culpa de la izquierda y del régimen cubano… que miopes estamos siendo.
La causa de los mal llamados desórdenes sociales o vandalismo, es la inequidad que vive la mayoría. Nadie se ha detenido a pensar la causa raíz; lo máximo que hacen los opinadores políticos de profesión -que se sienten iluminados-, es decir que todo hace parte de una conspiración, que la izquierda, los cubanos, los venezolanos o hasta los rusos están detrás de todo lo malo.
Podemos afirmar, que la motivación de las movilizaciones sociales, es un trípode. Me explico; Primera pata: Falta de autoridad. Cuando la ciudadanía no tiene una autoridad que admire y respete o que le tema, siempre buscará la forma de reemplazarla. Segunda pata: Desesperanza. Este sentimiento genera guerreros sin arraigo, pero con sentido de patriotismo, es decir unos kamikazes criollos. Tercera pata: Frustración. Este es el fuego que energiza cualquier movilización, dado que es el sentimiento que mas rápido pasa a la acción; una persona frustrada y mal canalizada, se convierte en una fuerza reprimida que todos los días aumenta su poder… el problema es cuando estalla sin control.
Puedo estar seguro que este análisis no lo están haciendo en el Ministerio del Interior, y menos aún están haciendo el mapeo regional de frustraciones y focos de inequidad. Estoy seguro que están más ocupados con el Foro de Sao Paulo y sus conjeturas de cómo los espíritus de Fidel Castro y Hugo Chávez, están guiando la revolución latinoamericana. Qué desgracia de pensadores tenemos. Señores, el problema no está afuera, el problema lo causamos nosotros como sociedad colombiana, no podemos culpar a los demás. Ahora bien, otra cosa es que demos señales de debilidad internacional… eso sí que es peligroso.
La sociedad colombiana está mutando rápidamente. Sus intereses, miedos y anhelos, están colmando las calles, sin que nuestros políticos o lideres, se percaten de las necesidades. Tristemente, tengo un presagio algo negativo; el sector rural es un león dormido que cuenta con más de 12 millones de personas, cifra nada despreciable para un político que decodifique sus necesidades. ¿Sabían que en el campo colombiano es donde más se ha destruído empleo en los últimos años? Con que cierren 7 puntos estratégicos de las carreteras rurales del país – que por prudencia no compartiré- el país quedaría paralizado y en una posición muy desfavorable para enfrentar una negociación colectiva, con esa cuarta parte de la población.
Ahora bien, ¿ustedes saben dónde viven los padres de más del 60% de los estudiantes de la universidad pública? En el sector rural, de nuevo el común denominador se hace presente en la ecuación. Alguno se ha hecho la siguiente pregunta: ¿dónde han nacido las grandes revoluciones de los más de 200 años de historia republicana de Colombia? Créanme que ninguna se gestó en un club social, un gremio o una discoteca…. Todas, excepto contadas excepciones, han sido en el sector rural.
Veo con preocupación que en ninguna campaña política, la ruralidad y su potencial poder transformador sea tomado en serio. Caemos en el error cíclico de visualizar la ruralidad con vacas, pájaros y campesinos de sombreros, alpargatas y ruanas.Espero equivocarme, pero al país le vienen tiempos difíciles. Estamos más preocupados por lo que opina el Tino Asprilla y Mondragón, que por el día a día de nuestros campesinos, aquellos que no tienen más esperanza que un mañana y más frustraciones que un ayer. Juan Pablo Pineda Azuero @JuanPabloPineda
