A principios de este año el país fue testigo de la más grande movilización de la sociedad colombiana en contra de un proyecto por el impacto socio-ambiental que podía causar; la semana pasada tras la publicación de la noticia sobre la posible construcción de un hotel 7 estrellas en el Parque Nacional Natural Tayrona, la sociedad a través de las diferentes redes sociales y de medios de comunicación y periodistas sentaron su voz de protesta frente a la realización de dicho proyecto. ¿Pero a qué se debe la creciente participación de la sociedad en el desarrollo de futuros proyectos?
La respuesta es simple. El mundo está cambiando; la sociedad, gracias a la evolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones –TIC-, está más enterada de lo que sucede a su alrededor; las noticias se publican y difunden con una rapidez sin precedentes; a través de las redes sociales se informa a la comunidad, se sientan voces de protesta y se le invita desempeñar un papel más activo en la protección del medio ambiente y del bienestar social de la comunidad. La sociedad se está empezando a dar cuenta del gran poder que tiene y de su derecho a cuidar su patrimonio natural, social y cultural.
El resultado de dichas movilizaciones le está demostrando a los promotores de proyectos que sin licencia social, sin la aprobación de la sociedad, los proyectos se tornan inviables. Es verdaderamente gratificante ver como la creciente sensibilización de la sociedad en temas socio-ambientales ha llevado a la movilización de miles de personas para defender su patrimonio y a exigirle al Estado que sea más responsable a la hora de otorgar los permisos necesarios para el desarrollo de proyectos. La sociedad ya está mirando más allá de los beneficios netamente económicos de los proyectos y está considerando sus impactos socio-ambientales para decidir si le otorga o no la licencia social.
Las empresas que no han incluido la gestión social como parte fundamental del desarrollo de futuros proyectos deben empezar a hacerlo; ya no es suficiente el otorgamiento de la licencia ambiental. La licencia social está tomando un peso sin precedentes que continuará creciendo a medida que la comunidad adquiera mayor conocimiento y sensibilización sobre la importancia de un Desarrollo Sostenible. Las empresas tienen, hoy en día, que tener en cuenta las creencias, costumbres, percepciones, opiniones, inquietudes, preocupaciones, intereses y necesidades de la población; deben establecer canales de comunicación eficientes y abrirse al diálogo con sus diferentes grupos de interés.
Aquí está el gran reto de las empresas. Ya no es posible hacer los proyectos como antes (bussiness as usual); ahora la sostenibilidad es la palabra imperante, bajo la premisa del equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental.
